Reseña

Según testimonios obrantes en el Archivo Nacional de la Memoria y en causas judiciales, en este centro clandestino –también llamado Atila– permanecieron secuestradas decenas de personas que fueron perseguidas por su militancia política y social. Algunas de ellas continúan desaparecidas. En abril de 1978, la mansión fue incendiada por los propios represores con el fin de ocultar las pruebas de los delitos que aquí se cometieron. Funcionó bajo el Primer Cuerpo de Ejército e integró el circuito represivo de la Subzona 16 que coordinó la represión ilegal en los partidos de Morón –incluyendo Ituzaingó y Hurlingham– Merlo y Moreno. Hoy funciona como Espacio de Memoria bajo la órbita de la Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad de Morón.
Fecha de señalización: 25 de marzo de 2012