Breve relato de los hechos

Se presentó en su domicilio un grupo de personas con pasamontañas que se identificaron como pertenecientes a coordinación federal y expresaron que se lo llevarían para hacerles unas preguntas. Lo subieron a un auto y le pusieron una capucha. Fue trasladado a la Base Naval donde fue atado de pies y manos. Estuvo en un salón en el que habría unas 15 o 20 personas. Solamente le sacaron las vendas en momentos de tortura para que identifique personas. Luego junto a otros detenidos fue conducido a la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina donde también sufrió tratos crueles y obligado a oír las veinticuatro horas música a un sonido muy elevado. En diciembre de ese mismo año, fue alojado nuevamente en la sede de la Base Naval donde permaneció hasta el 27 de ese mes, momento en que fue liberado. Actualmente padece sordera a raíz de las vejaciones sufridas en su secuestro.