Breve relato de los hechos

Leandro Fortunato Fote fue secuestrado el 2 de diciembre de 1976 en la estación de tren de José León Suárez, provincia de Buenos Aires, mediante violencia y amenazas. Tras su captura fue trasladado al Centro Clandestino de Detención “Cuatrerismo”, donde fue sometido a torturas y condiciones inhumanas de vida hasta el 29 de diciembre de ese mismo año, fecha en la que fue trasladado a la provincia de Tucumán. Allí continuó detenido en diversos centros clandestinos, como el Arsenal Miguel de Azcuénaga, donde fue visto por otros detenidos en estado físico y psicológico gravemente deteriorado, resultado de las torturas sistemáticas sufridas.
Los testimonios incorporados al juicio dan cuenta de que Fote fue forzado a brindar información bajo tormentos, llegando incluso a redactar una biografía personal por orden de sus captores. Diversos testigos afirman haberlo visto en condiciones extremas y señalaron que fue obligado a participar en el señalamiento de otras personas detenidas, aunque bajo miedo negó conocerlas. Posteriormente, se supo que habría sido fusilado en el pozo del Arsenal, permaneciendo desde entonces en calidad de desaparecido.
A partir de su secuestro, su familia fue objeto de una persistente persecución. Su hija, Claudia Fote, de tan solo siete años, relató que la represión continuó incluso meses después, con la irrupción violenta de fuerzas armadas en su domicilio en San Martín en agosto de 1977, donde fueron golpeados y separados. Parte del grupo familiar fue secuestrado y llevado a centros clandestinos, y el hijo de la niñera, Ramón Ángel Pintos, fue apropiado por un policía de la bonaerense, recuperado años más tarde gracias a la intervención de Abuelas de Plaza de Mayo.