Breve relato de los hechos

Julio era un agente policial en la Unidad Regional VI de La Plata. Hizo declaraciones en octubre de 1978 en la causa 6992, donde se investigaba la privación privación ilegal de la libertad de Rodolfo Gutiérrez. Días después de prestar declaración lo citaron a su Unidad Regional para trasladarlo amordazado al Pozo de Quilmes.
Allí fue torturado con picana eléctrica en los testículos y la garganta, tenía que hacer sus necesidades dentro de un tacho y pasaba varios días sin comida ni agua y le decían que era un milico traidor por lo que su agonía iba a ser larga.
Luego de 2 meses se otorgaron libertad vigilada y en el año 1981 fue alertado de que lo iban a matar, por lo que huyó a Río Negro.