Breve relato de los hechos

Francisco Orellana era trabajador del SAIAR y delegado sindical. Fue secuestrado en dos oportunidades. En ambos casos, de su domicilio en Quilmes. Durante el primer hecho, se encontraban su mujer embarazada con su hijo pequeño. El secuestro de Orellana, no se da de manera aislada sino que, en simultáneo también se habían llevado del mismo conjunto de viviendas dónde vivía en Quilmes, a varios compañeros y delegados de la fábrica. En esta primera instancia, es conducido hacia el Pozo de Banfield. En ese lugar intercambia unas palabras con algunos compañeros. Francisco es sometido a interrogatorios, torturas, tormentos y condiciones inhumanas de detención. Luego de un mes, es liberado.
En septiembre del mismo año, ocurre su segundo secuestro conducido como primer paso, al centro clandestino Vesubio. Su liberación en esta segunda oportunidad, ocurre 15 días después de la privación ilegal de la libertad. En esta otra ocasión, también pudo reincorporarse a su trabajo, pero esta vez fue dejado cesante poco tiempo después sin recibir ningún tipo de indemnización por parte de la empresa.