Breve relato de los hechos

Victoria Petrakos Castellini nació en cautivero el 14 de Abril de 1977 en el CCD ”Pozo de Banfield”. Su madre, Maria Eloísa Castellini – estudiante, docente y profesora de piano – fue secuestrada al salir de una escuela dónde daba clases ubicada en ”El Palomo”, un barrio popular de Libertad, partido de Merlo. Eloísa estaba tenía 21 años y estaba embarazada de tres o cuatro meses. Rato después, es llevada al domicilio en el cuál vivían sus hermanas por un numeroso grupo de personas armadas de entre 30 y 40 años de edad, vestidas de civil. Como parte de un operativo de gran despliegue, estos sujetos decidieron custodiar la entrada del edificio y permanecer en la vivienda durante extensas horas en las que revisaron todo, comieron, miraron televisión y seleccionaron objetos de valor que más tarde se llevaron en bolsos. Ellas relataron que, en medio del operativo, María Eloísa fue subida al departamento ubicado en el 7mo piso A, esposada, “toda embarrada, se veía claramente que estaba lastimada, golpeada, torturada, tenía golpes en la cara que no podía ni hablar ni comer”. En el momento en que le permitieron ayudar a la hermana a cambiarse, Alejandra vio las marcas en el cuerpo de Eloísa, producto de la tortura con picana eléctrica: en la ingle, en los pechos y debajo de las uñas. Las pocas palabras que pudieron intercambiar incluyeron la mención de “algo acerca de la Quinta Presidencial”. En algún momento, fue trasladada al “Pozo de Banfield”, ya que algunas personas cautivas en ese centro se contactaron con ella y escucharon allí el nacimiento de su hija “Victoria” antes del 15 de abril de 1977.
Papaleo precisó que en un momento, fue sacada del calabozo al pasillo, siempre tabicada, y le preguntaron si había estudiado Medicina. Ella dijo que no, y que además no podía moverse de lo “quemada” que estaba. Querían que asistiera a una mujer que “estaba pariendo” ahí, en ese pasillo. Ella fue devuelta al calabozo y horas después de nacida se llevaron a la beba. La mamá alcanzó a decir el nombre y los dos apellidos, aunque Papaleo no los retuvo. Sí recordó que “había alguien que la estaba ayudando”, y que el nacimiento se produjo “en Semana Santa o ahí”.
María Eloísa Castellini y su hija Victoria Petrakos Castellini continúan desaparecidas.