Breve relato de los hechos

Alberto fue secuestrado por un grupo de personas que se identificaron como integrantes del ejército y se desplazaban en cuatro automóviles marca Dodge, quienes ingresaron a su domicilio. Durante el tiempo que duró el operativo, su esposa, pese a su embarazo casi a término, permaneció esposada; en tanto que sus tres hijos menores fueron tapados con una manta en la cama matrimonial hasta que los perpetradores se retiraron del lugar.
Una vez secuestrado fue trasladado al centro clandestino conocido entre otras denominaciones como Brigada Güemes, en donde fue torturado por horas, y luego al Pozo de Quilmes.
En CONADEP precisó que al Pozo de Quilmes ingresaron por un portón, que pasaron por un patio y luego subieron 3 pisos por una escalera caracol que los llevó a la celda donde estaba Chiala. Afirmó que fue interrogado por dos sujetos a los que llamaban Coronel y en una ocasión lo llevaron frente a María Isabel Reinoso, a quien conocía como Chabela de la Juventud Peronista, para obligarla a que lo reconociera.
Lucero permaneció en el “Pozo de Quilmes” hasta el 8 de diciembre de 1977, cuando, alrededor de las 11 de la mañana, fue sacado, maniatado, y lo trasladaron en el piso de un auto hasta la Avenida Pasco de Quilmes Oeste, donde fue finalmente liberado.