Breve relato de los hechos

Eduardo tenía 22 años. Era nacido en Catamarca pero cursó sus estudios y desarrolló su militancia en la provincia de Córdoba. El 31 de Octubre es secuestrado en plena vía pública de Capital Federal. Luego de allí, fue trasladado a un centro clandestino que en principio no pudo identificar pero que luego se corroboró como el Pozo de Banfield. En ese lugar lo acostaron en una camilla siempre con los ojos vendados y encapuchado, y le aplicaron picana eléctrica por todo el cuerpo, por el lapso de al menos ocho horas, con intervalos de una o dos horas. Luego de la tortura, fue trasladado a Córdoba en una avioneta y continúo su cautiverio por diferentes centros como “La Perla”, “La Rivera” y el “Malagueño”, así como en las Unidades Penitenciarias de Rawson y Devoto, hasta recuperar su libertad. Eduardo falleció en libertad, de un infarto, a los 36 años y con una hija de sólo 45 días de vida de nombre Sofía.