Breve relato de los hechos

El 7 de septiembre de 1977, cerca de las 17 horas, fue secuestrado de su negocio por un grupo de personas, algunas vestidas de civil y otras con ropa de fajina militar, que, tras comunicarle que quedaba detenido, lo subieron a un vehículo Fiat, le vendaron los ojos y lo condujeron a la Comisaría 1ra de la Policía Federal donde permaneció aproximadamente cuarenta minutos.
Luego de ese tiempo, personas vestidas de civil lo sacaron de la comisaría, lo subieron a una camioneta, le cubrieron la cabeza con un pulóver y lo tiraron al piso del vehículo en el que también estaba Benjamín Taub. Al rato de andar frenaron en un descampado para vendarles los ojos y continuaron viaje hasta que llegaron al Pozo de Quilmes. Una vez allí, a él lo llevaron a una habitación y, pasado un rato lo hicieron desnudar, lo acostaron, lo sujetaron de pies y manos y comenzaron a torturarlo con picana interrogándolo sobre sus actividades y su relación con Benjamín Taub. En aquel centro, fue torturado en varias ocasiones y no le daban nada de comer. En esas condiciones lo tuvieron alrededor de diez días. Luego, lo trasladaron junto a Benjamín y Luis Taub; Israel y Eduardo Kimlat y Rodolfo Deza, al Pozo de Banfield. Allí estuvieron hasta que entre el 27 y el 28 de septiembre los trasladaron al “Infierno” de Lanús. Finalmente, el 31 de octubre de 1977 a las 20 horas fue puesto en libertad sin documentos ni dinero para el viaje y, antes de liberarlo, le dijeron que si cambiaba de domicilio debía comunicárselo a esa dependencia. Al recuperar su libertad se enteró que, en el operativo en el que ocurrió su secuestro, habían robado de su negocio objetos de oro y monedas de colección.