Breve relato de los hechos
HUGO NÉSTOR CARBALLO fue secuestrado y privado ilegítimamente de la libertad el día 12 de agosto de 1976 en dependencias del Colegio Militar de la Nación donde cumplía el servicio militar obligatorio. Se ha probado que la noche anterior CARBALLO se había quedado a dormir en la casa de su novia, dado que ella vivía más cerca del Colegio Militar y que cuando a la mañana siguiente ingresó a su servicio en la entrada del Colegio fue informado que debía presentarse ante la guardia central; que al presentarse allí no fue atendido, se retiró y se dirigió a la Compañía a la que pertenecía, lugar en el que fue inmediatamente detenido por dos cadetes, quienes lo llevaron y depositaron en un calabozo. En esas circunstancias supo que personal militar se había presentado y allanado la vivienda de sus padres, sita en la calle Thiegi 1979 de la localidad de Longchamps buscándolo a él. Se probó que desde el calabozo fue llevado, reducido, a la enfermería del mismo Colegio lugar que reconoció porque había estado internado en razón de una fractura de peroné y porque fue en ese lugar donde había conocido a STEIMBERG y GARCÍA. Tuvimos por acreditado también que CARBALLO fue llevado en un vehículo desde la enfermería, maniatado y con los ojos vendados, a la Guarnición Militar de Campo de Mayo en donde, en una oficina le sacaron todos sus efectos personales, le solicitaron sus datos y le asignaron el número 703. Que desde esa oficina fue llevado hacia un galpón grande, que quedaba a unos veinte metros, lugar en el que CARBALLO oyó gritos, alaridos de hombres y mujeres que se quejaban, ladridos de perros, ruido de helicópteros y sonidos de metralletas disparando. Que en este galpón fue encadenado y sujetado a unos cordones de acero que cruzaban el lugar, donde lo acostaron sobre una manta; que en una oportunidad en que se le corrió la venda de los ojos pudo observar en el lugar la presencia de mucha gente en sus mismas condiciones y que en ese lugar oyó la voz STEIMBERG, cuando éste le manifestaba a una mujer que aparentemente era médica que sentía mucho dolor. Se probó que allí permaneció secuestrado, fue golpeado y sometido a diferentes torturas, para luego ser dejado en libertad, junto a BRITOS y GARCÍA, dentro de una oficina de la Dirección del Colegio Militar de la Nación, por el mismo Bignone, quién previo pedirles perdón, le concedió licencia hasta su baja, al igual que a los otros dos