Breve relato de los hechos
Ha quedado acreditado que Eduardo Gustavo Roth, quien al tiempo de los hechos tenía 16 años y cursaba el cuarto año en la ENET N° 1 de Bahía Blanca, fue secuestrado el 20 de diciembre de 1976 alrededor de las 21:00 horas en el domicilio que habitaba junto a sus padres en calle Salta N° 777 de esta ciudad. En ese momento, un grupo de entre cuatro y cinco personas armadas y vestidas de civil ingresaron en el domicilio, encerraron a sus padres en una habitación, revisaron la propiedad, taparon la cabeza de la víctima con una capucha, ataron sus manos, la subieron en la parte trasera de un vehículo y trasladaron a “La Escuelita”. Una vez que arribaron a ese lugar, le quitaron la capucha e inmediatamente le colocaron una venda sobre sus ojos. Seguidamente lo llevaron a una habitación donde lo desvistieron completamente, lo ataron de pies y manos sobre una cama y comenzaron a aplicarle picana eléctrica sobre su cuerpo mientras lo interrogaban sobre su participación en un atentado a la firma “Amado Cattáneo”, y otro en el que perdiera la vida el soldado Papini. La aplicación de picana eléctrica generó que se desvaneciera y delirara durante cinco días aproximadamente. Una vez que recuperó el conocimiento, advirtió que se encontraba vendado y esposado, tendido sobre el suelo. En esas circunstancias pudo detectar la presencia de compañeros de la ENET en sus mismas condiciones, con quienes mantuvo conversaciones en más de una oportunidad, siendo descubiertos y golpeados por los guardias del lugar. La comida que recibían era escasa y debían hacer sus necesidades fisiológicas en un tarro de aceite en el mismo espacio donde se encontraban detenidos. Después de permanecer aproximadamente veinte días en “La Escuelita”, fue trasladado el 13 de enero de 1977, junto a otros compañeros de la ENET, al Batallón de Comunicaciones N° 181, previo a un simulacro de liberación en las inmediaciones del cementerio local. Allí le efectuaron algunas curaciones dado su lábil estado de salud, lo interrogaron, le tomaron fotografías, y después de una semana fue liberado el 21 de enero de 1977, siendo retirado del Batallón por su padre. Mientras la víctima permanecía secuestrada, la familia realizó distintas gestiones para dar con su paradero, y su padre presentó un hábeas corpus en el Juzgado Federal de esta ciudad que fue rechazado por improcedente.