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Con el grado de mayor, actuó durante 1976 como enlace entre el Destacamento de Inteligencia 181 y el Departamento II Inteligencia del Cuerpo V de Ejército, en Bahía Blanca, y en 1977 como colaborador directo de su comandante, general Osvaldo Azpitarte. Participó de la recolección y distribución de información sobre “elementos subversivos”, de la planificación de sus secuestros, de interrogatorios en cautiverio y del asesoramiento sobre el destino final de cada uno. En paralelo recibió a familiares que reclamaban por desaparecidos y fue el interlocutor de autoridades eclesiásticas que intercedieron en algunos casos. En 1975 había participado como oficial de inteligencia del “Operativo Independencia”, en Tucumán, donde el general Adel Vilas lo elogió por su “rápida comprensión de las características particulares del tipo de lucha que se enfrenta” y por su “firmeza y decisión”.