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Con el grado de oficial inspector, fue jefe del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional 5ª de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, con sede en Bahía Blanca, subordinada al Cuerpo V de Ejército. La Unidad Regional tuvo su propio grupo de tareas, responsable en diciembre de 1975 del secuestro y las torturas a Daniel Bombara, a quien asesinaron e hicieron desaparecer, y a dos compañeras que sobrevivieron. Una de ellas, en la cárcel, le comunicó a su madre los apellidos de los torturadores que pudo identificar: Pedro Noel, Jesús Salinas (ambos condenados) y Claudio Kussman (que afronta su primer juicio en 2022).