Breve relato de los hechos

El 8 de agosto de 1976, Pedro Elías Mariani fue secuestrado ilegalmente de su domicilio en Martínez, provincia de Buenos Aires, por un grupo de personas vestidas de civil que irrumpieron violentamente durante la madrugada. Luego de disparar contra la casa lindera y el frente de su vivienda, lo redujeron, lo tabicaron y comunicaron a su familia que sería trasladado por 48 horas por averiguación de antecedentes. Permaneció brevemente en un sitio no identificado antes de ser llevado, en un automóvil Falcon, al centro clandestino de detención “Puente 12”, donde estuvo privado de su libertad hasta noviembre del mismo año.
Durante su cautiverio en Puente 12, Mariani fue alojado en condiciones inhumanas: permanecía en una celda diminuta, solo podía hacer sus necesidades en una lata, no tenía acceso regular al aseo personal y era alimentado con sobras, lo que derivó en una pérdida considerable de peso. Fue sometido reiteradamente a torturas físicas y psicológicas, incluyendo golpes, aplicación de picana eléctrica, simulacros de fusilamiento y ahogamiento con humo. En los interrogatorios, le mostraban fotos de personas vinculadas a su militancia política y le preguntaban por compañeros de trabajo. A pesar de estar encapuchado, pudo reconocer detalles del lugar, como el piso de baldosas blanco y negro y la existencia de celdas de diferentes tamaños.
Finalmente, fue liberado junto a su compañero de cautiverio José Caffa a mediados de noviembre. Ambos fueron llevados de noche hasta la intersección de Marquez y Sarratea, en Boulogne, donde les ordenaron que caminaran sin mirar atrás, bajo amenaza de muerte, y les entregaron cinco pesos para el colectivo. Mariani recordó las condiciones extremas de esa liberación, marcadas por la suciedad, el deterioro físico y emocional, y el impacto de haber estado más de tres meses sometido a tormentos y tratos crueles e inhumanos.