Breve relato de los hechos

El 28 de marzo de 1976 la víctima se enteró de que su esposo Carlos Apezteguía había sido detenido en el hospital posadas y que había sido trasladado en un patrullero policial con destino desconocido. Frente a esto, realizó diversas averiguaciones, entre ellas en la Superintendencia de Seguridad Federal, obteniendo resultado negativo. Por ello se dirigió al policlínico debiendo, al ingresar, formar una fila junto con el resto del personal para ser identificada por miembros de las fuerzas armadas y por empleados del hospital que tenían listas con nombres de personas. Al identificarla, personal militar la condujo a una habitación del centro de vacunación donde también se encontraban Carlos Bevilacqua y Davor Kvaternik, entre otros. Posteriormente, la trasladaron, bajo amenaza de “volarle los sesos”, a una habitación del interior del hospital. Horas más tarde la introdujeron, ante la presencia de numerosos compañeros, en un camión celular en el que la trasladaron a Superintendencia de Seguridad Federal. En ese sitio, fue interrogada -con los ojos vendados, sentada en el suelo, bajo amenazas de hacerle algo a sus hijos- sobre su actividad política como así también sobre su esposo y sobre otras personas del policlínico. El 2 de abril de 1976 fue puesta en libertad, sin que se le diera ninguna explicación al respecto ni un motivo por el cual había sido privada de su libertad. Luego de su liberación se dirigió al hospital para reanudar sus tareas pero allí le dijeron que se encontraba de licencia con goce de sueldo así que no la dejaron ingresar a trabajar. Recordó que al tiempo fue citada por telegrama, presentándose para que la reincorporaran. Agregó que después de eso inició sus tareas en el mismo cargo y servicio que prestaba antes de su detención. Así, trabajó hasta el 22 de agosto de 1976, fecha en que dejó de prestar funciones para irse a España a reunirse con su marido.