Breve relato de los hechos

Mirta, conocida como “La gallega” y su esposo José Martínez eran militantes de Montoneros. Vivían en constante amenaza, habiendo sido buscados en múltiples ocasiones por las fuerzas de seguridad.
La familia Martínez compartía su hogar en Longchamps con otro matrimonio y su hijo, quienes también eran compañeros de militancia. Estaban conscientes del riesgo que enfrentaban y se mudaron varias veces para evitar ser capturados, pero finalmente, el 13 de diciembre de 1977, una patota irrumpió en su hogar.
Gabriela, la hija de Mirta y José, presenció el momento en que sus padres fueron detenidos. Fueron violentamente separados y llevados a un centro clandestino de detención conocido como “Vesubio”. Gabriela fue dejada en casas de su abuela. El testimonio de sobrevivientes y documentos oficiales corroboran los horrores vividos en el Vesubio. Se relatan condiciones inhumanas, torturas y el trágico destino de muchos de los detenidos, incluyendo Raúl Oscar Mortola y Estela Inés Oesterheld, quienes fueron asesinados durante un operativo