Breve relato de los hechos
Su marido Alberto Muñoz fue secuestrado en la puerta de su domicilio particular el día 16 de enero de 1978, en horas de la madrugada, por civiles fuertemente armados, que le quitaron las llaves e ingresaron ilegítimamente a su domicilio secuestrando también a su esposa, que estaba durmiendo. Uno de ellos le apuntó en la cabeza ordenándole que no gritara, subiéndola por la fuerza a un vehículo Fiat 128 celeste, mientras que su esposo era subido a otro vehículo utilizado por los captores. Ambos fueron tabicados, atados y trasladados inmediatamente a La Cueva. Carmen sufrió simulacros de fusilamiento, aplicación de picana eléctrica, golpes de puño, patadas y quemaduras de cigarrillos, maltratos que provocaron distintos padecimientos físicos, como hemorragias genitales, alucinaciones y problemas cardiacos y otros que aún hoy subsisten. Fue constante su tormento psicológico al pensar que su hijo menor había quedado sólo en la vivienda. Sus torturadores llegaron a simular que también lo tenían en el centro clandestino de detención . Tampoco era ajena a su padecimiento mental la presencia de su esposo.
Las tortura sufrida por el matrimonio tenía el propósito de averiguar su participación en el Partido Auténtico, la militancia de sus hijos mayores en la JUP y en el UES, como así también, las actividades de su hija y de su yerno. Carmen Ledda Barreiro, fue accedida carnalmente por la fuerza e intimidación y en forma reiterada, dos veces por un mismo guardián, que fracasó en un tercer intento por estar demasiado ebrio, llegando a disparar su arma contra ella, sin acertar por la misma causa. Aproximadamente el día 18 de abril de 1978, sus captores luego de golpearlos, sacarles la capucha, colocarles algodones en los oídos y atarles las manos, los subieron a un auto, los bajaron al rato, los ataron a un árbol y los abandonaron. Cuando pudieron soltarse, aparecieron unos desconocidos armados que los llevaron a la Comisaría Cuarta, desde donde recuperaron la libertad.