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Tres nuevas testimoniales en el juicio de lesa humanidad

En el debate oral y público se juzgan los delitos cometidos por tres represores contra 74 víctimas y la Subsecretaría de Derechos Humanos es querellante en este proceso judicial.

Cuarta audiencia del juicio de lesa humanidad

El Tribunal Oral Federal N°1 de San Martín, a cargo del juez Daniel Omar Gutiérrez y de las juezas María Claudia Morgese y Silvina Mayorga comenzó en octubre de este año con el tramo 17° de la Megacausa que investiga judicialmente los crímenes de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo durante la última dictadura cívico militar.

Los cargos que se le  imputan a los dos militares retirados Pacífico Luis Britos, Horacio Rafael Sánchez y al ex comisario Carlos Daniel Caimi son por secuestros, torturas, homicidios y abuso sexual perpetrados sobre decenas de personas dentro del territorio que funcionó como la Zona 4 de Defensa, que tuvo como cabeza táctica y estratégica a la guarnición militar de Campo de Mayo.

En esta 4° audiencia Esther Yolanda Leiva, que ya declaró en 2017 en otro tramo del juicio,  dio el primer testimonio y relató cómo su amiga y compañera de departamento Adelaida Honz, fue secuestrada durante la noche en un allanamiento del ejército cuando estaban en el departamento compartían en el barrio Villa Sagala del partido de San Martín.

En 1976 ambas vivían en ese domicilio con sus parejas e hijos, y ese día, aunque preguntaron por otra persona, no por Adelaida, la patota se la llevó igual. “Y no solamente se llevaron gente de acá, se llevaron gente de Loyola y de los otros monobloc también…se llevaron un montón de gente ese día”, dijo Esther; y agregó que ellos espiaban con la persiana y luego se fueron enterando que habían cortado unas 7 u 8 cuadras de largo y circulaban camiones o colectivos del ejército donde iban subiendo a las personas secuestradas.   

Luego de eso no la vió más a Adelaida hasta que hace poco tiempo la fue a visitar y le contó que la habían torturado y violado en distintas oportunidades. 

“Yo que la conocí en otro momento de su vida, que era una persona normal, que era una persona alegre, que tenía esa vitalidad, verla así me me…qué sé yo, es otra persona”.

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En segundo lugar testimonió el marido de Esther Leiva, Juan Ernesto Gómez, quien durante el operativo estaba en su trabajo. Esa noche, cuando Juan Ernesto volvió del trabajo, encontró todo el barrio cercado por los militares, por lo cual no pudo pasar. Recién cuando los militares partieron llegó a su casa y se enteró de todo lo sucedido.

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Por último, testimonió Marta Susana Berra, hija del obrero petroquímico Aldo Berra, secuestrado y desaparecido el 11 de mayo de 1977 en la localidad de Zárate. Ado era militante peronista y había sido elegido delegado y luego presidente de la Comisión Interna del Sindicato Químico de Zárate-Campana. Este gremio agrupaba la sindicalización de los Trabajadores de Petrosur, Carboclor, Monsanto, parte de la ESSO y otras industrias Químicas.

En esta oportunidad Marta fue citada a prestar su testimonio en torno a las desapariciones de Silvio Toniolli y Luis Lorenzo Garello.

“Primero tenía un enfrentamiento con lo que eran las gerencias de las empresas, porque ellos pedían y consiguieron en muchos casos aumentos de sueldos. Pero además peleaba también mucho por las condiciones laborales,  porque en ese momento no es como ahora que hay tapones auditivos o que hay anteojos para proteger la vista, no tenían ni botines de seguridad y entonces para las empresas fue un desembolso de dinero que claro, ellos no querían aportar. Pero se fue logrando”, dijo Marta sobre su padre.

Luego puso en contexto la desaparición de su padre y sus compañeros y dijo que también era cierto que ellos eran delegados, algunos de base, y se estaba dando que los dirigentes tradicionales estaban perdiendo poder en toda la zona.  

“Mi papá pertenecía a un sindicato ya formado, un sindicato de obreros. Los que estaban empeñados en hacer un sindicato de supervisores eran Toniolli y Garello. O sea, que mi papá los conocía porque cuando se hacían las reuniones generales, al no haber un sindicato de supervisores, muchos de ellos acudían a esas este asambleas generales y ellos estaban presentes a veces”, relató.

La próxima audiencia quedó fijada para el lunes 23 de diciembre a las 9.30 hs.