En una nueva audiencia de declaraciones testimoniales prestaron testimonio dos familares del detenido desaparecido Ricardo Darío Chidichimo y un sobreviviente del Pozo de Banfield.
Lesa Humanidad
En el marco del juicio oral y público que investiga los delitos perpetrados en los ex Centros Clandestinos de Detención Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno de Avellaneda, el Tribunal Oral Federal Nº1 de La Plata tomó declaración a Florencia Chidichimo, Cristina Del Río y Rubén Ares.
En primer lugar brindó testimonio Florencia Chidechimo, hija de Ricardo Darío Chidichimo quien fue secuestrado y desaparecido el 20 de noviembre de 1976. Respecto a las actividades que realizaba su padre la testigo explicó: “Fue secuetrado y asesinado, por militante político no por otra cuestión ni por casualidad. Al día de hoy no tenemos el cuerpo de él, fue un militante comprometido con una causa”.
Respecto al secuestro la testigo declaró que un grupo de tareas ingresó a su domicilio en Ramos Mejía y que luego de golpear a su madre se llevaron a su padre: “Yo tenía 8 meses, todo lo que les relato lo se por los relatos familiares”, explicó. A continuación Florencia dio cuenta de la cantidad de gestiones que su famiia hizo para dar con el paradero de su padre y señaló: “La búsqueda fue tortuosa, nadie decía nada”.
La testigo finalizó su testimonio afirmando: “Me parece importante estar aquí a 45 años de lo que ocurrió y quiero volver a repertir esto: son militantes, son 30.000, pido máxima pena y que sigamos haciendo justicia” y leyó un poema titulado Busco verdades del otro porque las mías no las tengo.
A continuación el tribunal tomó testimonio a Cristina Del Río, quien fue testigo presencial del secuestro y desaparición de su esposo Ricardo Darío Chidichimo. Luego de dar cuenta de como unas 15 personas vestidas de civil secuestraron a su compañero y padre de su hija, la testigo aseguró: “Llego a la conclusión de que la personas que nos interrogan en el operarivo eran oficiales del ejército”.
Cristina explicó que distintos sobrevivientes se acercaron a ella para darle información sobre su marido y que realizaron todo tipo de denuncias en distintas instituciones. Luego, para finalizar, la testigo pidió justicia para Ricardo, para los 30.000 compañeros desaparecidos y que se logre la cárcel común y efectiva para los responsables y agregó: “Estoy agradecida a este país que nos ofercio la posibilidad de hacer justicia. Por eso no me pude ir nunca”.
Finalmente declaró Rubén Ares quién ingresó a trabajar como policía en 1976 y fue designado a cumplir funciones en la Brigada de Investigaciones de Quilmes como asistente del comisario Belich. A continuación explicó que en una oportunidad un cabo de apellido Gómez le pidió ayuda para llevar una olla con comida a los presos políticos: “Cuando llegamos con la olla dijo que se levantaran la venda de los ojos y ellos mismos se desataron las manos”.
El testigo explicó en su declaración que una noche sus compañeros de policía lo fueron a buscar a su casa con las excusa de hacer un trabajo y que luego fue trasladado a la Brigada de Quilmes donde luego de entregar su credencial y su arma reglamentaria lo detuvieron: “Ustedes ya saben como es esto, me pusieron la capucha y me llevaron a Arana. Me hicieron desnudar, me ataron en un elástico de cama y me torturaron mediante picana eléctrica”.
Rubén Ares continuó su declaración explicando: “Me dejaron esa noche y al poco tiempo me sacaron de la celda, me hicieron levantar la venda de un ojo y me pusieron un papel que decía que renunciaba, mientras me apuntaban un revolver en la cabeza”. Luego el sobreviviente fue trasladado a la Comisaría 5° de La Plata y finalmente al Centro Cladestino de Detención Pozo de Banfield donde compartió cautiverio con jóvenes secuestrados y también pudo ver mujeres embarazadas, tiempo después salió en libertad.
Los hechos que se juzgan
El juicio por los pozos de Banfield y Quilmes unifica una serie de causas, la primera de ellas elevada a juicio hace ocho años. Se trata de dos de los centros clandestinos de detención más grandes que funcionaron en la Provincia de Buenos Aires durante la última dictadura cívico-militar.
En el caso de El Infierno se investigará la responsabilidad de cuatro policías de la Provincia de Buenos Aires y un civil por los delitos de privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos, hechos incluidos dentro de la categoría de crímenes de lesa humanidad, cometidos en el ex CCDyT “El Infierno” ubicado en Avellaneda.
El Tribunal Oral Federal N 1 de La Plata está conformado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basílico, mientras que por el Ministerio Público Fiscal intervienen Hernán Shapiro, Gonzalo Miranda y Juan Martín Nogueira.
A través de la Dirección de Querellas por Crímenes de Lesa Humanidad y Leyes Reparatorias de la Subsecretaría de Derechos Humanos, la Provincia es querellante en este debate en el que se investigará la responsabilidad de los imputados por los delitos de privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos, homicidio calificado, abuso sexual con acceso carnal y sustracción, retención y ocultamiento de menores. La Dirección de Grupos en Situción de Vulnerabilidad acompana a las víctimas y familiares en este juicio.
Seguí las audiencias de este juicio por crímenes de lesa humanidad los días martes a las 10:00 horas en: http://www.laretaguardia.com.ar/