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“SOMOS UNA FAMILIA QUE NOS HAN QUERIDO DESTRUIR LA VIDA PERO SEGUIMOS LUCHANDO Y SALIMOS ADELANTE”

En esta oportunidad declararon Nora y Marta Ungaro, hermanas de Horacio Ángel Ungaro, desaparecido en La Noche de los Lápices.

Lesa Humanidad

En el marco del juicio oral y público que investiga los delitos perpetrados en los ex Centros Clandestinos de Detención Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno de Avellaneda el Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata continuó con las declaraciones testimoniales.


En primer termino declaró Nora Ungaro, la testigo dio cuenta de las circustancias en las que su hermano Horacio Ángel y Daniel Racero fueron secuestrados el 17 de septiembre de 1976 en lo que se conoce como La Noche de los Lápices. En relación a los jovenes militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), que fueron desaparecidos esa noche, Nora Ungaro explicó: “Respecto de los chicos, no son un número, tenían sueños, tenían proyectos de vida, por ejemplo,  Rasero estaba en la escuela industrial, siempre hacia el chiste de que quería ser abogado”.


El 30 de septiembre de 1976 Nora fue secuestrada y trasladada al Centro Clandestino de Detención ubicado en las calles 1 y 60 de La Plata: “Era una caballeriza donde me tiran, lo reconozco el lugar porque el olor de los caballos es muy particular”. Luego de permanecer allí unas horas Nora es trasladada al Pozo de Arana donde fue golpeada e interrogada: “Me atan a un elástico, bueno ahora ya esas cosas no hay y me pasan picana eléctrica que la electricidad aparte de arquearse el cuerpo además quema se siente olor a carne quemada”, exlicó la testigo.


Nora Ungaro fue alojada en el  Pozo de Quilmes, donde sufrio manoseos por parte de sus secuestradores y fue nuevamente trasladada al Pozo de Arana: “Voy sola, me tiran en el piso de un auto, dos hombres adelante y atrás uno conmigo. Lo único que pensaba que fuera un tiro en la cabeza porque era mas rápido. Terror, pánico, no se puede describir, yo temblaba de miedo”, narró la testigo. Finalmente  fue puesta en libertad: “Me llevan en un auto y  me dejan en el paredón del hipódromo, me ponen la cara contra la pared, me arrancan la cinta adhesiva que tenia en los ojos, me sacan las esposas y me dicen nunca hables nada. Yo sentí que el auto se fue, estuve una hora esperando, estaba paralizada y después empece a caminar rumbo a mi casa” 
A continuacion Nora Ungaro expresó: “Quería decir lo siguiente, son 45 años que pasaron,  no conozco ningún familiar ni nadie que se haya movio por venganza, seguimos luchando por justicia”, de esta manera la testigo finalizó su declaración pidiendo al tribunal que haga justicia. 


Luego fue el turno de Marta Ungaro, en su testimonio recordó a su hermano Horacio Ángel como un joven de 17 años que quería ser médico para servir a las causas populares: “Era muy lector, cuando lo secuestraron tenia el diario del che y el manual de filosofía”relató la testigo.
Luego del secuestro de su hermano Horacio y Daniel Racero, el 17 de septiembre presentaron un recurso de habeas corpus firmado por su padre ya que no pudieron conseguir ningún abogado que lo presentara. Con repecto a la lucha de su hermano Horacio y los jovenes militantes de la UES la testigo expresó: “A ellos los conmovía mucho la lucha por el boleto estudiantil, muchos vivían cerca de la escuela, Falcone por ejemplo a 50 metros, habia hiperinflación y aumentaban los boletos, muchos no tenían necesidad”, dando cuenta de esta manera de la solidaridad que tenían aquellos jovenes. 


Marta Ungaro finalizó su testimonio de la siguiente manera: “La vida me dio revancha porque me dio un compañero que hace 39 años que me escucha y me acompaña. Me dio tres hijos, pude hacer lo que Horacio no pudo. En la Marcha de la Noche de los Lápices, los chicos son jovencitos pero saben que nada es gratis, que se conquista con lucha”.

Los hechos que se juzgan
El juicio por los pozos de Banfield y Quilmes unifica una serie de causas, la primera de ellas  elevada a juicio hace ocho años. Se trata de dos de los centros clandestinos de detención más grandes que funcionaron en la Provincia de Buenos Aires durante la última dictadura cívico-militar. 


En el caso de El Infierno se investigará la responsabilidad de cuatro policías de la Provincia de Buenos Aires y un civil por los delitos de privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos, hechos incluidos dentro de la categoría de crímenes de lesa humanidad, cometidos en el ex CCDyT “El Infierno” ubicado en Avellaneda.
El Tribunal Oral Federal N 1 de La Plata está conformado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basílico, mientras que por el Ministerio Público Fiscal intervienen Hernán Shapiro, Gonzalo Miranda y Juan Martín Nogueira. 


A través de la Dirección de Querellas por Crímenes de Lesa Humanidad y Leyes Reparatorias de la Subsecretaría de Derechos Humanos, la Provincia es querellante en este debate en el que se investigará la responsabilidad de los imputados por los delitos de privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos, homicidio calificado, abuso sexual con acceso carnal y sustracción, retención y ocultamiento de menores.  La Dirección de Grupos en Situación de Vulnerabilidad acompaña a las víctimas y familiares en este juicio.