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SILENCIO, MIEDO Y DOLOR EN LOS CUERPOS y EN LAS ALMAS

Crímenes de lesa humanidad la zona centro de la provincia de Buenos aires. Con tres relatos muy duros, se desarrolló la audiencia número 22 del juicio “La Huerta.

Audiencia 22.

Pasadas las 9:30 hs de este lunes 5 de diciembre el Tribunal Oral Federal en la Criminal de Mar del Plata reanudó el debate, de manera híbrida (presencial y virtual), por los delitos de lesa humanidad cometidos en nuestra región durante la última dictadura cívico, militar, eclesial.

El primero en dar testimonio fue Carlos Santiago, desde Olavarría vía Zoom.  A Carlos, lo detuvieron en marzo de 1975 y fue preso político hasta 1981.

Sin embargo, su testimonio en este proceso no tenía que ver con los hechos que lo tuvieron como víctima, sino que contó lo que sabía sobre otros presos políticos (victimas comprendidas en este juicio) y las condiciones de detención en los penales de Sierra Chica (2) y Azul (7). Recuerda haber cruzado a “González, Mezza, Corbalán y Holsbach”.

Santiago dijo que el 24 de marzo de 1976, “parado en el camastro por el ventiluz de la celda pude ver que el penal estaba rodeado de tanques”, “hubo un antes y un después” de ese día. La violencia, las torturas fueron extremadas. Recordó especialmente el ensañamiento que mostró el oficial a cargo del pabellón, Juan Manuel Miller (imputado en este juicio como responsable del delito de tormentos agravados por ser la víctima perseguido).

Santiago subrayó que todo esto está “presente de manera corrosiva en los cuerpos y almas”. En cada declaración “los testigos movilizamos muchas cosas, las familias también, se revive todo y hay reparar cada vez…recordar la cara de Miller o las veces que atentaron contra mi vida no es grato”, dijo.

Luego dieron testimonio Nélida Verea (ex esposa) y Lorena Velázquez (hija), y relataron los hechos de los que fue víctima Carlos Alberto Velázquez (fallecido), quien se desempeñaba como gremialista y pertenecía a la UOM. Secuestrado el día 24 de marzo de 1976, fue llevado a la Comisaría donde fue ferozmente torturado y luego lo trasladaron a la Unidad penal 7 de Azul. Tres meses después lo destinaron a la cárcel de Sierra Chica hasta octubre del año 1976.

Nélida contó con detalles del operativo de fuerzas conjuntas en el cual secuestraron Velázquez. Toda la noche, desde las 23 horas hasta las 8 de la mañana, permanecieron en el hogar “golpeándolo” y amenázandolo con lastimar a sus hijos (8 y 5 años) a quienes les apuntaban con armas largas y les preguntaban donde estaban las armas. Lorena aseguró que su padre “se salvó” por la constancia de su madre en ir todos los días caminando 3 kilómetros y medios hasta los cuarteles para buscar respuestas.

El lunes 19 de diciembre se realizará la última audiencia de este tramo y será retrasmitida en el Aula Magna UNICEN (Pinto 399- Tandil) y en el Centro de Investigación y Posgrado de la Facultad de Derecho de la UNICEN (Bolívar 481).

Nota realizada por Soledad Restivo (Agencia Comunica / RU 90.1/ UNICEN) en el marco del convenio entre la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires (UNICEN)