Con dos testimonios de sobrevivientes se retomaron las audiencias de juicio Comisaría 5° III que juzga a tres represores acusados de perpetrar delitos de lesa humanidad sobre más de 112 víctimas

Este jueves 6 de febrero se retomaron las audiencias del tercer tramo del juicio- los dos primeros fueron parte de lo que se conoce como Circuito Camps- que investiga los hechos de lesa humanidad perpetrados en la Comisaría 5°, que funcionó como centro clandestino de detención durante la última dictadura cívico militar.
La Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia es querellante en este juicio a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de La Plata, integrado por Karina Yabor, Ricardo Basílico y Andrés Basso, que juzga a los represores José Ignacio Saravia Day, Jorge Antonio Bergés y Pedro Raúl Muñoz.
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En el día 18 del juicio llevada a cabo el 26 de diciembre de 2024, el sobreviviente Hugo Pablo Marini había completado su testimonio interrumpido en la audiencia anterior. Marini era “allegado activo” a la militancia de la JUP, fue secuestrado el 11 de enero de 1977 en la casa de sus padres en la localidad de Chacabuco y en esa oportunidad hizo foco en sus recorrido como militante, recordó el nombre de sus compañeros, las torturas padecidas durante el secuestro, y dijo que cuando lo liberaron le había dicho que recordara que “el silencio es salud”.
“Y ahí me encontré con lo que pasa en estos casos, que uno encuentra solidaridades impensadas y solidaridades que desaparecen. Gente que había tenido trato cotidiano, amistoso, cuando uno llegaba desaparecía o se alejaban o se incomodaba muchísimo en mi presencia; y otros que realmente nunca lo esperé y ahí estaban y fueron muy empáticos, solidarios con mi familia. Ahora, después conciliar el sueño, las pesadillas, eso me duró 4 o 5 años, me despertaba en la noche los gritos porque era terrible volver a soñar que me reencontraba con algunos de los compañeros, sobre todo Casino que era muy íntimo. Bueno, todo eso costó muchísimo y cuesta todavía. Es decir ahora solamente cuando paso por estas instancias, que mueven muchas emociones, muchos recuerdos, y me sientan otra vez en el lugar y es costoso y doloroso”, dijo Marini.
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En esta audiencia 19 prestaron testimonio de modo presencial Santiago Sobral y Martín Trincheri. Santiago es hijo de Guillermo Ramón Sobral, secuestrado y desaparecido en La Plata el 30 de noviembre de 1976, durante la última dictadura cívico militar. Ese día Guillermo estaba con su pareja Elsa Lilia Cicero, ambos militantes de Montoneros, y Francisco Díaz Pacífico en el estudio de arquitectura que tenían en la calle 17 y 55 de la ciudad de La Plata
Elsa estaba embarazada de tres meses y de acuerdo al testimonio de sobrevivientes, luego del secuestro, permanecieron detenidos en el centro clandestino de detención tortura y exterminio Destacamento de Arana y en la Comisaría 5°, ambos de La Plata.
En el año 2012 el Equipo de Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó los restos de la pareja y los restituyó a sus familiares. Elsa había sido inhumada en el Cementerio de Avellaneda; Guillermo, en el de San Martín, en febrero de 1977.
De este modo, Santiago relató lo padecido desde el día del secuestro, cuando realizaba el secundario y llegó a su casa a la tarde noche, y al ver que no había nadie, se fue cerca de las 11 de la noche hasta el estudio que tenía su padre, a pocas cuadras de su casa. Allí, luego de ver cómo se llevan a Elsa –a su padre se lo habían llevado antes- y estar encerrado en una habitación hasta el otro día con su hermana y la madre de Francisco Díaz Pacífico, que vivía en el mismo lugar donde funcionaba el estudio, viajaron con su hermana a Chivilcoy donde vivían parientes de Elsa. Un tiempo después se fueron a Corrientes a la casa de su abuelo, y finalmente a La Pampa, donde terminaron los estudios secundarios y finalmente volvieron a La Plata a realizar estudios universitarios.
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En segundo lugar testimonió el testigo sobreviviente y ex detenido Martín Elvio Trincheri, quien fue secuestrado cuando tenía 19 años, el 5 de marzo de 1976. Martín estaba en la pensión en la que vivía, en la calle 26, entre 64 y 65, y era amigo desde la infancia de Rubén Leonardo Fossati.
“Posteriormente, cuando comenzamos nuestra militancia, primero en el Colegio Nacional y posteriormente como actividad política en el barrio Castelli, en una agrupación de la Juventud Peronista, ahí conocí a la pareja de Leonardo, Inesita, que tenía una hermana melliza, Susana, que también militaba en el barrio”, comenzó relatando Trincheri.
“Yo viví con ellos en la localidad de Quilmes, antes de que lo secuestraran, vamos a suponer 10 o 15 días antes que lo secuestraran a los dos, estuve viviendo con ellos dos o tres meses, y 10 días antes que lo secuestraran este me mudé. Al poco tiempo, a través de Emir Camiletti, que estaba casado con la hermana de Inés, me comenta acerca de la desaparición. Él fue testigo, quizás el más importante, porque vió el momento en que lo secuestraron, y bueno, me comentó cómo fueron los hechos. Posteriormente, no me acuerdo bien las fechas, la madre de Inés y Susanita, no me acuerdo bien el nombre de ella creo que el apellido era Vázquez, me cuenta que había sabido acerca de la suerte de ellos, que estaban todavía vivos. Y esa averiguación la hizo a través de quién era su pareja que era un instrumentista del cantante Rimoldi Fraga, que tenía relaciones con la hija de quien fuera presidente Agustín Lanusse”, expresó.
Luego de haber tenido más noticias de Rubén e Inés, Martin Trincheri relató que al suponer que el hijo de ambos había nacido, empezaron años después a convencer a los familiares para que donen sangre y hacer un ADN y así poder tener una base de datos sobre la cual cotejar el día de mañana.
Finalmente contó el encuentro emotivo que tuvo con Leonardo Fossati y luego con el resto de compañeros de Rubén, y sobre su detención en el denominado “operativo “rastrillo”, donde un grupo de hombres entró en marzo de 1976 a la pensión donde vivía, en calle 26, revisó todo y se lo llevaron a junto a otro muchacho. Fue inmediatamente encapuchado y trasladado en un Ford Falcon a la Comisaría 8º de La Plata que, según el testigo, en ese momento a cargo de un comisario de apellido Rodríguez.
“Allí había policías y gente del ejército. Me interrogaron, me torturaron, me golpearon y me hicieron submarino, simulacros de fusilamiento”, manifestó el testigo.
La próxima audiencia quedó fijada para el jueves 20 de febrero a las 11 hs.