Tras la feria judicial, se llevó a cabo la audiencia 14 del juicio que aborda delitos de lesa perpetrados por 5 genocidas contra 127 casos de víctimas.

Audiencia 14 del juicio de lesa humanidad
La Subsecretaría de DDHH es querellante en esta causa que tiene como acusados a Julio César Leston, Ernesto Rafael Lynch, José Juan Zyska, Juan Carlos Herrera y Juan Carlos Vázquez Sarmiento.
El juicio es el resultado de la unificación de dos causas: una de ellas aborda 127 casos de víctimas de privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos, y tres homicidios en el ámbito del circuito represivo de la zona oeste del conurbano bonaerense; y la otra causa por privaciones ilegítimas de la libertad de tres personas.
A cargo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 5 de San Martín compuesto por la jueza María Claudia Morgese Martin, Silvina Mayorga y Walter Venditti, se investigan los hechos de lesa humanidad ocurridos en el circuito concentracionario de la Fuerza Aérea, en la zona oeste del Gran Buenos Aires y que comprendía los centros clandestinos de detención Mansión Seré, RIBA (Regional de Inteligencia de Buenos Aires) y los que funcionaron en las Comisarías de Moreno, la primera de Morón y las Brigadas Aéreas I de Palomar y VII de Morón, entre otros.
En esta audiencia 14 realizada el pasado martes 11 de febrero se expuso en primer término un informe por parte de la Unidad Penitenciaria detallando las causas médicas por las cuales el imputado Juan Carlos Vázquez Sarmiento se encontraba ausente.
Y luego de esto su defensor público, Leonardo Miño, solicitó suspender el juicio para su defendido, cuestión que el Tribunal Oral en lo Criminal Federal resolvió, después de un cuarto intermedio, continuar con la audiencia y postergar la decisión sobre Vázquez Sarmiento, quien como se sabe estuvo prófugo durante mucho tiempo antes de estar sometido en esta instancia judicial.
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El primer testimonio de la testigo sobreviviente Silvia Beatriz Amar se llevo a cabo de modo virtual y narró como víctima de la última dictadura cívica militar que el 6 de agosto de 1978, iba a local comercial que tenia con su novio, actual esposo, de copias heliográficas ubicada en 115 entre 46 y 47 de la ciudad de La Plata.
Silvia a su vez era estudiante de medicina y ese día entró al lugar y había personas armadas de civil revolviendo todo en el local y se los llevaron en una camioneta durante un viaje de una hora y media hasta un lugar donde estuvieron detenidos-secuestrados 42 días su marido y tres días ella. En ese momento tambien detuvieron a otras cinco personas, compañeros de ellos, entre las cuales estaban un matrimonio, “Pedro y Liliana, Elsa y el Cabezón Laurito que era estudiante de abogacía y el Perro Gerardo Guala”, recordó Silvia.
“En ese momento yo vi la puerta de atrás abierta de la camioneta y quise salir, quise intentar y me pegaron un culatazo”.
En cuanto al lugar de detención dijo que “lo que me llamó la atención que fue lo único que pude ver, porque íbamos tabicados, al llegar pude observar una persiana como de una persiana metálica, un garaje, que fue la que se abrió para entrar nosotros…era una casa muy vieja. Después nos separaron, yo estaba con mi compañera Elsa, en una habitación una vieja, de paredes y techos altos, de piso de madera, con una ventana que estaba siempre cerrada y bueno, después pude ir al baño y también con azulejos estaban rotos”.
Y agregó que en ese lugar muchas veces se escuchaban gritos y había como simulacros, y se escuchaban bien, como que el lugar donde interrogaban estaba muy cerca o al lado de las del la habitación donde estaban.
Luego relató que tiempo después dedujeron con su marido que habían sido detenidos por el vínculo que habían establecido con un chico que se llamaba Palomeque, que era quien recibía las naranjas y el pan en el comedor de La Plata, “era un chico de la calle”, dijo; y agregó que su marido y los compañeros lo llevaron a vivir en distintas oportunidades para ayudarlo y darle de comer.
“Este chico después de muchos años aparece en el lugar de las copias donde nosotros teníamos la casa de copias, aparece, bueno el gordito le decíamos, no sabíamos que se llamaba Palomeque, era el gordito del comedor el que recibía las naranjas y el pan, y estuvo con nosotros ahí en la casa de copias, charlamos, preguntó por todos, por toda la gente que conocía de esa época. Y le dimos dinero para que fuera a comprar yerba para tomar unos mates, a la vuelta en calle uno había un supermercado. Se va el chico y no apareció nunca más. Aparentemente este era el nexo, fue la persona que por la cual nos secuestraron”.
Finalmente, narró los problemas de salud y las secuelas psíquicos que afrontan por haber transitado el secuestro y las torturas.
Y la jueza expuso la declaración de Silvia en la Instrucción, y las copias fotográficas y le pidió si podía afirmar el reconocimiento que había hecho del represor José Juan Zyska cuando se los llevaron detenidos, y que tenía la cara poceda y le había preguntado cuando ella llegó a su local de copias: “¿usted quién es, qué hace acá?”
“Yo cuando no lo reconocí, no dije este era la persona. No, no, lo que dije es que me hizo recordar mucho, que esta persona sí me hizo recordar mucho a la persona que estaba en el lugar de las copias”.
La próxima audiencia quedó programada para el viernes 21 de febrero a la 9 hs seguramente en forma virtual quedando a condición de quienes sean los testigos.