Continúan las audiencias de declaraciones testimoniales en el juiccio por los Pozos de Banfiel, Quilmes y El Invierno de Avellaneda.
Lesa Humanidad.
En el marco del juicio oral y público que investiga los delitos perpetrados en los ex Centros Clandestinos de Detención Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno de Avellaneda, el Tribunal Oral Federal Nº1 de La Plata tomó declaración a Eduardo Nachman, Alejandrina Barry, Alejandro Reinhold y María Esther Alonso
En primer lugar declaró Eduardo Nachman, quien explico al tribunal cuales fueron las circunstancias del secuestro de su padre Gregorio Nachman: “Fue secuestrado el 19 de junio de 1976 en Mar del Plata cuando se encontraba en su oficina con su pareja, quienes se lo llevaron, se refirieron a él como puto, judío y zurdo”. Nachman explicó también que ese día hubo operativo grande donde secuestraron a varias personas.
El testigo relató que en 2003, en el juicio de La Plata, el testigo Raul Codesal declaró que lo vio a su padre y que se encontraba con demencia a causa de las torturas que había sufrido. Culminó su testimonio afirmando que su padre, Gregorio Nachman, no tenía ninguna militancia política, que era un hombre solidario.
A continuación testimonió Alejandro Reinhold, quien fue secuestrado el 24 de marzo de 1976 a las 23 horas en un operativo que continuó durante toda la noche. Reinhold explicó que en ese momento vivía en Lujan, que escucho que tocaban el timbre insistentemente y que logro ver desde la puerta que había autos no identificados parados enfrente de su domicilio con personas de civil: “Busque un escape, subí hasta un tanque de agua y me acosté sobre la tapa pero lograron encontrarme”, luego lo bajaron a su departamento y lo revisaron, explicó el testigo.
Reinhold continuó su relato dando cuenta de que luego de permanecer unos días en una dependencia policial fue trasladado al Pozo de Banfield. Al llegar escuche alaridos de gente que era torturada y que un chico muy joven decía: “matame, matame, matame”. Finalmente el testigo relato que fue liberado junto a Piguin y Pellejero, en ese momento les dijeron: “no cuenten nada de lo que pasó porque van a estar vigilados, cuenten hasta 100 y sáquense las capuchas”.
Luego fue el turno de María Esther Alonso, alias “la gallega”, en su testimonio explicó que fue secuestrada el 13 de enero de 1974 a los 18 años, que vivía en una casa que le habían prestado en Bernal, con Víctor Manuel Taboada, Nelfa Suarez, Dalmiro Suarez y Delfina Morales. “Esa noche, entrando con Víctor a la casa que tenía un pasillo, salieron unos hombres con armas largas y nos pararon en un pasillo”, luego los llevaron a la comisaría de Bernal.
Al otro día, pasó un montón de tiempo. Va un señor grande canoso, entró a las patadas. Ella estaba en el piso. Y le dijo “Yo soy el Coronel, vengo a reventar a 4 subversivos, me molestan un fin de semana, para que venga, me están molestando”. La testigo die cuenta de las torturas a las que fue sometida: “me pasaban electricidad por la boca, me tiran agua como de un sifón en los oídos y me picanearon en los pies y en la pelvis”
Finalmente fue el turno de Alejandrina Barry quien comenzó su testimonio afirmando que esperaron y pelearon por este juicio muchos años. Alejandrina es hija de Susana Mata, profesora, docente, secretaria general del Sindicato Docente de Almirante Brown y militante de Montoneros quien estuvo presa en la Cárcel de Olmos sonde ella nació en cautiverio el 19 de marzo 1975 y de Alejandro Barry, estudiante de abogacía quien fue secuestrado en noviembre de 1974 en un bar de Lomas de Zamora. Su madre y su padre fueron trasladados a la Comisaría de Lomas de Zamora donde fueron torturados y luego al Pozo de Banfield.
Finalmente fueron liberados, se exiliaron a Uruguay y en diciembre de 1977 un operativo conjunto de las FFAA argentinas y uruguayas los asesinan y secuestran a un grupo de personas que también se encontraban en el lugar: “Participó del operativo el Grupo de Tareas 332” concluyó Alejandrina Barry.
Los hechos que se juzgan
El juicio por los pozos de Banfield y Quilmes unifica una serie de causas, la primera de ellas elevada a juicio hace ocho años. Se trata de dos de los centros clandestinos de detención más grandes que funcionaron en la Provincia de Buenos Aires durante la última dictadura cívico-militar.
En el caso de El Infierno se investigará la responsabilidad de cuatro policías de la Provincia de Buenos Aires y un civil por los delitos de privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos, hechos incluidos dentro de la categoría de crímenes de lesa humanidad, cometidos en el ex CCDyT “El Infierno” ubicado en Avellaneda.
El Tribunal Oral Federal N 1 de La Plata está conformado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basílico, mientras que por el Ministerio Público Fiscal intervienen Hernán Shapiro, Gonzalo Miranda y Juan Martín Nogueira.
A través de la Dirección de Querellas por Crímenes de Lesa Humanidad y Leyes Reparatorias de la Subsecretaría de Derechos Humanos, la Provincia es querellante en este debate en el que se investigará la responsabilidad de los imputados por los delitos de privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos, homicidio calificado, abuso sexual con acceso carnal y sustracción, retención y ocultamiento de menores. La Dirección de Grupos en Situación de Vulnerabilidad acompaña a las víctimas y familiares en este juicio.