Megacausa Zona V de Bahía Blanca
Susana Barile: “Las secuelas le cambiaron la vida a toda la familia”
Por Lucio López Rosanova | 26 de mayo de 2022
En la decimocuarta audiencia del Juicio por Delitos de Lesa Humanidad ante el Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca, cinco testigos prestaron su declaración y se proyectó el testimonio registrado audiovisualmente de Lilian Noemí Larrosa en la causa denominada causa “Bayón”.
El jueves se llevó a cabo el decimo cuarto día del Juicio de la Megacausa Zona V, en el Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca, continuó con los testimonios de Susana Barile, Silvina Eliana Celave, Emilio René León, Raúl Ernesto Torres, Juan Antonio Fernández y la reproducción de la declaración de Lilian Noemí Larrosa en el juicio de lesa humanidad conocido como “Causa Bayón” en el mes de octubre de 2011.
El TOF encabezado por los jueces Ernesto Pedro Sebastián, Sebastián Luis Foglia y Marcos Javier Aguerrido procedió a informar las nuevas medidas restrictivas en la sala de audiencias, tras el incremento de casos de Covid-19, limitando la presencia del público, como también la de las partes que intervienen en el debate.
Posterior a ese anuncio, la primera en brindar su testimonio fue Susana Ester Barile quien narró las vejaciones sufridas por su esposo Raúl Celave, fallecido en 2014, quien fue secuestrado el 20 de julio de 1976 en su domicilio por militares armados frente a su esposa y su hija recién nacida. “Dieron vuelta todo, los colchones, el lavarropas… No sé qué buscaban, fue llevado a patadas hasta un camión que esperaba afuera”, expresó. Celave se desempeñaba como administrativo en una agencia de autos de Bahía Blanca y estuvo detenido en el Batallón de Comunicaciones 181, cuando regresó a su hogar llegó con marcas en las manos y en los pies, quemaduras de cigarrillos, varios kilos menos y en un mal estado psicológico. “Las secuelas que le quedaron le cambiaron la vida a toda la familia”, mencionó.
Durante su testimonio, Barile expresó: “Él había perdido el documento cuando fue a ver un partido, hizo la denuncia en la comisaría y como el DNI apareció en otro lugar, lo vinieron a buscar. Se lo llevaron en un camión y por siete u ocho días no supe nada de él”.
Consecutivamente, Silvina Eliana Celave, hija de Barile y Celave, agregó sobre lo que explicó su madre que Celave “tardó muchísimo tiempo” en contar lo que sufrió. “Contó que escucharon violaciones hacia mujeres. En el calabozo con él eran todos hombres, pero escuchaba llantos de mujeres y gemidos, y cosas que lo relacionó con las violaciones. Escuchaban, porque estaban encapuchados”.
Además, Silvina Celave destacó que: “Después del secuestro, tenía alteraciones del sueño, no tuvo atención psicológica. Fue una persona cada vez más cerrada y cada vez más intolerante. Bastante anti social, le costaba vincularse con otras personas, era muy nostálgico, tenía adicción al alcohol, se quedaba por la noche horas y horas bebiendo”.
“Si supieran lo que les va a pasar”
Luego llegó el turno de los testigo-víctima Emilio René León y Raúl Ernesto Torres, trabajadores del Canal 2 de la ciudad de Viedma, secuestrados y trasladados hacia el Batallón de Comunicaciones 181 junto a dos gerentes de la señal televisiva por personal de la Policía de Río Negro tras una denuncia de “vulneración del Comunicado N° 19”, es decir, difundir material audiovisual prohibido en la época.
Durante su detención, León afirmó que el trato del personal militar era “soberbio”, consecutivamente repetían “si supieran lo que les va a pasar”. Además contó que, al menos, “una vez por día” eran interrogados por dos personas, a veces uniformadas y en otros casos de civil. “Cuando supimos que nos íbamos, nos recomendaron que no saliéramos de la casa, yo nunca recuperé mi trabajo”, agregó.
De esa manera, prosiguió Raúl Torres, que relató aquella situación sufrida en el mes de junio de 1976 como “la peor de su vida”, provocándole un daño a él y sus allegados. “Buscaban desesperados la carátula de un disco emitido durante la señal de ajuste. Era sobre una película de Omar Sheriff relacionada al Che Guevara con un tema musical. A partir de ahí, clausuraron la señal de cable y nos llevaron primero a la comisaría, luego a la Jefatura de Policía y después nos trajeron a Bahía en dos autos de la policía”.
Visiblemente conmovido, Torres que brindó su testimonio presencialmente en la sala, contó: “Cuando llegamos, nos bajaron de los autos y nos pusieron contra un paredón, rodeados de personas con armas. Estuvimos varias horas parados hasta que nos llevaron por un pasillo hacia los calabozos”.
Fernández: “Vi una mujer embarazada en el Gimnasio”
Finalmente llegó el último relato presencial del exconscripto Juan Antonio Fernández, que hizo el Servicio Militar Obligatorio durante el año 1976 en el Batallón de Comunicaciones 181. Fernández, formó parte de la compañía de combate “Mayor Keller” junto a otros 90 efectivos, y de esa forma se convirtió en un testigo involuntario de los diferentes horrores ocurridos en la mencionada sede militar.
En su declaración, identificó por medio de un croquis las distintas instalaciones, el accionar juzgado y los mandos de los militares. Sobre su función, detalló: “Se hacían operativos puntuales en algunas casas en particular y se hicieron operativos generales, que se toma toda la manzana, y se revisaban e ingresaban en las casas de toda la manzana, y se revisaban e ingresaban en las casas de toda la manzana”. Además, posteriormente agregó: “También estuve en un operativo muy grande en Tres Arroyos. Un operativo conjunto de Ejército, Armada, Prefectura, cercando toda la ciudad. Me toco estar en el corte de ruta, para que no entre ni salga nadie (…) teníamos listados muy grandes, y paraban la gente y miraban si figuraba o no en el listado”.
Al ser consultado por la querella, detalló: “Vi una mujer embarazada en el Gimnasio-que era denominado “Puesto Detenidos”- pero no recuerdo su nombre ni su cara”. Además, aseguró que llegó a haber 40 personas detenidas en el lugar, donde la mayoría eran hombres y en menor número mujeres, mientras él debía hacer guardia junto a otros tres uniformados, equipados con armas y cascos.
“Los que estaban en los calabozos no se encontraban vendados, mientras que en el Gimnasio se encontraron vendados durante un comienzo hasta ser registrados”, agregó tras ser consultado y también aseguró la participación de Videla en, al menos, un operativo donde debió cumplir funciones a fines del año 1976.
No obstante, se refirió al caso de un ingeniero electricista oriundo de Tandil, que estaba con un bolso y le expresó al testigo que iba a salir. “Estaba contento, a los pocos días yo leí que había muerto en un enfrentamiento”, recordó.
“Se preguntaban a quién matarían primero”
Finalmente, se reprodujo el testimonio audiovisual de Lilian Noemí Larrosa en el juicio de lesa humanidad conocido como Causa Bayón el 18 de octubre de 2011. Larrosa, fue secuestrada, permaneció detenida y fue víctima de abusos sexuales en septiembre del año 1976.
En su testimonio, narró que luego de ser detenida en su vivienda, ser trasladada hacia la comisaría y posteriormente hacia un destino de un extenso trayecto. Allí, afirmó que “se preguntaban a quién matarían primero” y agregó: “Me cargaban, me manoseaban y me tocaban. Uno venía y me decía al oído: ´Quedate tranquila que no te va a pasar nada’, y venía otro y me manoseaba”.
En su testimonio, Lilian continuó: “No sé si era una madrugada que me sacaron de la habitación y me arrastraron hasta donde había un escritorio, me desnudaron y picanearon por todo el cuerpo. ‘Te vamos a violar’ me decían y yo les pedía por favor que no lo hagan, que ya demasiado me sentía violada con todo lo que me habían hecho”.
Luego de casi 10 días fue liberada junto a otras víctimas en Bahía Blanca, y confesó: “Tenía mucho miedo de que me vuelvan a llevar, tengo secuelas muy graves, estuve prácticamente diez años sin salir de mi casa”. Sobre el final de su testimonio, Lilian expresó: “Me truncaron todo, se lo oculté a mis amigas, a mi esposo e hijas. Sentí lo mismo que pasa una persona cuando es violada, se siente culpable y trata de ocultar. Mi marido me dijo que tenía que ir porque me iba a hacer bien a mí y a los demás. Tardé en denunciar por mis secuelas”.
Mega causa Zona V
Se trata del juicio de lesa humanidad más grande en la historia de la provincia de Buenos Aires, ya que la mayoría de los acusados integraban el V Cuerpo de Ejército, cuya jurisdicción abarcaba el sur de la provincia de Buenos Aires, Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, y estaba compuesto, entre otros, por el Destacamento de Inteligencia 181, el Batallón de Comunicaciones 181, la Brigada de Infantería de Montaña VI de Neuquén y el Centro Clandestino de Detención y Tortura “La Escuelita” ubicado en Bahía Blanca. Así, de un total de 52 imputados como responsables en el comienzo, 12 murieron y dos fueron declarados como incapaces. Entre ellos, se encuentran ex militares, ex policías federales y provinciales, un director de una unidad penitenciaria, un médico y un enfermero del Ejército.