Continúan las audiencias testimoniales por los crímenes de lesa humanidad perpetrados en el ex Centro Clandestino de Detención Campo de Mayo.
Lesa Humanidad
En una nueva audiencia del Juicio Unificado Campo de Mayo el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de San Martín continuó con las declaraciones testimoniales. En esta oportunidad prestaron testimonio Griselda Fernández, Carlos César Gómez y Ramón Alberto Correa.
En primer lugar el tribunal tomó declaración a Griselda Fernández, quien manifestó haber sido secuestrada el 24 de noviembre de 1976 y trasladada al Centro Clandestino de Detención “El Campito” en Campo de Mayo: “Primero estuve en una barraca más chica donde estaban las carpitas, luego me pasaron a una de las barracas grandes, mientras tanto se daba la tortura psicológica y física, el abuso sexual”, relató la testigo.
La sobreviviente dio cuenta de los sistemáticos abusos sexuales y violaciones a las que fueron sometidas las mujeres que se encontraban secuestradas en Campo de Mayo: “El represor responsable de los compañeros y compañeras de Montoneros, el Tordo o Gordo 1, avalaba y permitía las violaciones, lo pude ver en fotos en uno de mis testimonios”.
Griselda Fernández fue liberada el 18 de febrero de 1977 bajo la modalidad de libertad vigilada. José Pedro Callaba Pidis, su esposo y padre de sus hijos, continúa desaparecido: “De mi esposo me decían que cuando él cayera a mi me iban a liberar”, concluyó la testigo.
Luego fue el turno de Carlos César Gómez, quien prestó servicio como gendarme entre 1976 y 1980 en Campo de Mayo. El testigo explicó al tribunal que se escuchaban rumores que en El Campito había gente encerrada: “Era todo secreto, nadie decía nada, había mucho temor, teníamos miedo porque presentíamos cosas” y agregó: “Se decía que había gente que se estaban llevando”.
Gómez finalizó su declaración expresando: “Cuando yo estaba de guardia en la parte donde están los colectivos y los camiones se escuchaban gritos aterradores”, en relación a las personas que se encontraban secuestradas en Campo de Mayo.
Finalmente prestó testimonio Ramón Alberto Correa, quien formó parte de Gendarmería Nacional estando asignado a Campo de Mayo entre 1976 y 1978. El testigo manifestó que el comandante Lapacette, jefe del escuadrón, lo designó para que realice guardias en un lugar donde llevaban personas detenidas: “los llevaban a un sector al que nosotros no teníamos ingreso, estábamos controlados, no nos permitían tener conversaciones con esas personas que ingresaban. Las llevaban a un galpón, los tenían con capuchas y después los llevaban a un lugar para hacerles preguntas, interrogarlos y todas esas cosas”.
En relación a las oficinas en las que se realizaban los interrogatorios el testigo explicó: “Había un sector de oficinas que tenían ellos, ahí transitaban ellos. Había momentos que se escuchaban gritos y pedidos de auxilio”, concluyó Correa.
Las audiencias de este juicio se realizan todos los días miércoles ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de San Martín en donde son juzgados 22 imputados por cometer crímenes de lesa humanidad contra 323 víctimas. La Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires es querellante en este juicio.
