Audiencia 27. Declararon ex trabajadores de YPF de la planta de Algarrobo que fueron secuestrados en 1976. La próxima audiencia será el jueves 1 de septiembre a las 9 horas
Megacausa Zona V – Bahía Blanca
En una nueva jornada de debate del juicio conocido como Mega Causa Zona V que se realiza ante el Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca, Esteban Procopiw brindó su testimonio desde la Fiscalía de Neuquén través de conexión telemática. Al momento de su secuestro, vivía en Médanos y era el encargado administrativo de la planta de YPF en Algarrobo: “fuimos detenidos en la mañana del 27 de octubre de 1976 por tres personas de la Brigada de Investigaciones de Bahía Blanca. La noche anterior, fueron secuestrados Sachi y Toloza. Habíamos estado todos juntos en una reunión del Club de Caza y Pesca. Cuando me subieron a un Torino, no cerraba la puerta y uno me dijo: ‘no te preocupes, si te caes y te morís, un delincuente menos’”.
Sobre las torturas, el testigo víctima dijo que fueron psicológicas principalmente. “Nos trataron como basura. Estábamos todos desorientados, no sabíamos qué pasaba. Pasaban música con gritos, todo para atemorizarnos. Todo era para que tengamos miedo. Era terrorismo del Estado”.
Procopiw explicó lo que implicaba ser de pueblo y haber estado secuestrado: “te queda la fama, yo gozaba de buen nombre en Médanos. Localidad chica, se corrió la noticia que éramos delincuentes. Perder el honor, eso también es tortura. Otra martirio fue que nos dejaron sin trabajo. Me desvincularon de la empresa por telegrama, por haber integrado la Comisión del Sindicato de Petroleros. Me reincorporó YPF cuando volvió la democracia”.
Antes de concluir su declaración Procipiw expresó: “me siento orgulloso de poder ser escuchado, tardaron muchos años pero fui oído por ustedes que buscan y tratan de hacer justicia”.
“Yo pensaba que me iban a hacer desaparecer”
En la vigésimo séptima audiencia declaró Sirio Esteban Prat, víctima de secuestro en julio de 1976 cuando trabajaba en YPF en la planta de bombeo en Algarrobo y era delegado de sector e integrante de la CGT. “Cuando llegué a mi casa, me estaban esperando escondidos en la oscuridad. Primero me llevaron a la policía del pueblo, donde estaba el comisario Palmieri, luego a Médanos y después de unos cuantos días, de un trato desagradable y temperaturas bajo cero, me trasladaron a Bahía Blanca. Yo pensaba que me iban a hacer desaparecer”, relató Prat.
La complicidad judicial con la dictadura militar se ve reflejada una vez más, en este caso a través del testimonio de un sobreviviente. Sirio narró que “un día me llevaron a ver al juez Canale, en la calle Alsina de Bahía Blanca. La secretaria era la doctora Gloria Giroti. Ella quería que me haga cargo de cosas que no hice”. Prat recordó que uno de sus captores le dijo: ‘si no te hacés cargo te va a pasar como a muchos, te van a hacer desaparecer’.
Luego, el trabajador de YPF por aquellos años fue trasladado a la cárcel de Villa Floresta donde compartió celda con dos gremialistas de Azul del Sindicato de Luz y Fuerza. “Posteriormente me mandaron a la Brigada de Investigaciones, donde había un montón de muchachos tirados en el suelo. Finalmente, cuando me liberaron me despidieron de YPF. Bermejo, que era el interventor en Villarino, el intendente interino, fue el que me hizo echar de la empresa”, detalló el testigo.
Prat, a pesar de su avanzada edad y la dificultad para caminar, concurrió al TOCF para prestar declaración testimonial de manera presencial. Sobre el final de su alocución, dijo: “creo que voy a estar bien cuando llegue al hogar, todo esto me puso mal. Yo caminaba bien”.
“Mayer dijo que el pensionado se había convertido en una cueva de comunistas”
Antonio Pascual Marcattili, quien vivió en el pensionado católico de calle Zapiola, declaró desde Viedma en esta Mega Causa. “Después de que la residencia fuera baleada a mediados de 1974, sufrimos un allanamiento. El comisario Ramos recorría cada una de las habitaciones. Nos nombraba con nombre, apellido y a veces por nuestros sobrenombres. Mayer dijo que el pensionado se había convertido en una cueva de comunistas. El allanamiento fue el pretexto ideal para cerrarlo”, relató.
Sobre Hugo Fuentes, uno de los fundadores de la Juventud Universitaria Católica que militó en la Federación Universitaria del Sur e integró el Ejército Revolucionario Popular y aún continúa desaparecido, Mercattili relató: “conocí sus actividades, sus inquietudes, era comprometido con el comedor universitario. Gran recitador, le encantaba la poesía. Recorría las habitaciones recitando versos. Se lo llevaron a la salida del jardín de infantes Don Pirulero que él administraba, en calle La Madrid casi Alsina”.
“Éramos gente interesada en saber lo que estaba pasando. Asistíamos a las asambleas, queríamos saber cuáles eran los vientos de cambio. Participábamos en manifestaciones en la ciudad, una vez tomamos el Rectorado. A pesar de todo lo que pasamos, de los miedos, y la instigación permanente, desde 2014, nos juntamos en ese mismo lugar, con los compañeros de aquel momento”, narró Mercattili.
Dos testimonios más
Finalmente, el Ministerio Público Fiscal propuso la reproducción del testimonio de Gladys Inés Espínola Vera que se desarrolló el 2 de noviembre de 2016 en la Causa González Chipont, quien prestó declaración sobre la víctima Laura Manso: “fuimos amigas. La conocí después de que salió de la cárcel en agosto de 1981. Me contó que la desnudaron y la ataron a una cama elástico. María Emilia y Daniel Bombara, estuvieron con ella”, expresó.
El otro testimonio reproducio, correspondiente al 27 de septiembre de 2011 de la Causa Bayón, fue el de Héctor Núñez que era empleado de la municipalidad de Bahía Blanca al momento de su secuestro perpetrado por personal de la Policía Federal cuatro días antes del golpe cívico militar de 1976.
“Me llevaron para el corralón municipal. Llegamos al Parque de Mayo, me encapucharon y doblaron a la derecha por el Camino de la Carrindanga. Me pegaron, cuando me recuperé estaba en una cama de hierro esposado y atado con una capucha. Comenzó el interrogatorio con picana y golpes. Me preguntaron qué grado tenía en la organización Montoneros. Escuchaba gritos y sabía que Claudio Collazos estaba ahí. Escuché su voz. En algún momento me auscultaron el corazón y el que lo hizo, dijo: ‘es fuerte, aguanta, pueden seguir’”, detalló Núñez.
En relación a sus captores y quienes lo interrogaban, Héctor dijo que “el único nombre que escuché esos días fue ‘el salteño’. Cuando me liberaron, me llevaron en un vehículo, dieron vueltas para desorientarme. Me dejaron en calle Terrada, en una obra en construcción. Nada fue igual, durante años la sensación de temor la llevé conmigo. Fue un período oscuro y afortunadamente se terminó con la llegada de la democracia”.
“Después de que me liberaron, un día estaba por fichar la salida del trabajo y un compañero me dice que alguien quería verme. Me preguntó si lo reconocía: ‘cómo no te acordás de mí, macho’, y ahí me di cuenta que era el que me interrogaba en La Escuelita. Todos los conocían como ‘el tío’. Me preguntó si quería tomar un café, y le dije que no. Crucciani, era el tío. Yo trabajaba en el Banco Dorrego y lo veía ingresar al Servicio de Inteligencia que estaba lindante a la sucursal bancaria”.
La próxima audiencia será el jueves 1 de septiembre a las 9 horas en la que ampliará su declaración indagatoria de manera presencial el imputado, ex comisario de la bonaerense, Claudio Kussman. El debate en Bahía Blanca se puede seguir de manera presencial en Lavalle y Chiclana con presentación del DNI o a través del canal de YouTube de la Subsecretaría de Derechos Humanos: www.youtube.com/derechoshumanospba
Escuchá el informativo: https://open.spotify.com/episode/15vUiFaKnceGziicPZbOJA
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