Ir al contenido

CONTINÚAN LAS AUDIENCIAS CON MÁS TESTIMONIOS DE SOLDADOS CONSCRIPTOS

Declararon José Antonio  Cornara, Horacio Eugenio Baamonde, Néstor Rodríguez y Atilio Barco, ex conscriptos que cumplieron el servicio militar obligatorio en 1977 en Campo de Mayo.

Lesa Humanidad.

Continúan las audiencias testimoniales en el juicio Vuelos de la Muerte. En la jornada de hoy declararon José Antonio  Cornara, Horacio Eugenio Baamonde, Néstor Rodríguez y Atilio Barco, todos ex soldados conscriptos que cumplieron el servicio militar obligatorio en 1977 en Campo de Mayo.

Fue en el marco de una nueva audiencia de declaraciones  testimoniales en el debate oral y público que juzga a 6 ex militares por delitos de privación ilegal de la libertad, tortura y homicidio agravado cometidos contra 4 víctimas en los llamados Vuelos de la Muerte.

El primero en declarar ante el Tribunal Oral Federal N°2 de San Martín fue José Antonio Cornara quien relató que  cuando ingresaban camiones de la Policía Federal, los conscriptos eran guardados en la cuadra, con la finalidad de que no pudieran ver lo que estaba ocurriendo. “Existía el rumor de que lo que se cargaba a los aviones eran personas”, concluyó Cornara.

A continuación Horacio Eugenio Baamonde declaró que el ingreso a la pista de aterrizaje era restringido y que realizó guardias nocturnas en las que escuchó ruidos de aviones en la madrugada. A su vez, el testigo relató que en una oportunidad vio entrar un camión el cual le habían dicho que cargaba medias reses y se dirigió hacia la pista, sin embargo, en la zona de la pista no había ninguna cocina o comedor.

Luego fue el turno de  Néstor Rodríguez, quien en su testimonio relató que en dos o tres oportunidades, cuando estaban en la torre en horarios nocturnos, los sentaban y les prohibían mirar hacia afuera, por aproximadamente 30 minutos.  Mientras tanto se escuchaba el ruido de un avión encendido el cual luego despegaba.

Rodríguez agregó que entre los conscriptos estaba el rumor de que en esos aviones se cargaban personas y que también existía el comentario de que los aviones aparecian con manchas de sangre.

Finalmente declaró Atilio Barco, quien relató al tribunal que cuando hacía guardia después de las 10 de la noche se apagaban las luces, en ese momento ingresaban varios camiones cerrados que iban en dirección hacia la pista, donde los esperaba en la cabecera un avión que podía ser Hércules y el Twin Otter. Barco explicó que cuando se retiraban los camiones el avión despegaba y regresaba a las 2 horas aproximadamente, luego los aviones entraban al hangar y se limpiaban. A su vez relató que un sargento le dijo en una oportunidad que el destino de vuelo era Punta Indio.

Los hechos que se juzgan

El  Aeródromo del Batallón de Aviación 601 de Campo de Mayo fue uno de los lugares en los que se gestó el último eslabón del circuito represivo desplegado por las fuerzas armadas y de seguridad entre 1976 y 1983.

De la mayoría de las declaraciones incorporadas al expediente surge que los detenidos eran ingresados al predio en vehículos no oficiales, conducidos por personas vestidas de civil que se dirigían directamente a la cabecera de la pista de aterrizaje donde los esperaban aviones estacionados. Los testigos relataron que esos vehículos trasladaban bolsas con cadáveres y jóvenes ensangrentados con indicios de haber sido sometidos a largos cautiverios.

El debate oral por estos crímenes comenzó el 5 de octubre pasado ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de San Martín y puede presenciarse a través de la cuenta de Twitter del tribunal (@TribOralFed2SM).