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CON CUATRO TESTIMONIOS CONTINUÓ EL JUICIO BRIGADAS

Los sobrevivientes Dalmiro Ismael Suárez, Nelfa Suárez y Silvia Nieves Negro declararon de forma semipresencial, junto a la apropiada y nieta restituida, Victoria Moyano Artigas.

Juicio Brigadas

La causa juzga a represores que cometieron delitos en centros clandestinos de detención en el sur del Conurbano. El primero que declaró en La Plata, durante la audiencia 76, fue el sobreviviente Dalmiro Suárez: “Mi familia es de origen campesino y por situaciones económicas y laborales, mi padre se vino a vivir a Bs As. Desde siempre hemos tenido injerencia en el interés político, comprometidos con el accionar social. Mis hermanos mayores siempre trabajaron y formaron parte de las comisiones internas”.

Agregó que en 1973 su hermano mayor participó de la fiesta después de la dictadura, pero en ese año se hacen “más abiertas las ideas políticas. Mis tíos eran peronistas y mi padre irigoyensita. También venía el primo Carlos que fue un gran dirigente metalúrgico, en gastronómicos. Era montonero y comenzó a militar en municipalidad de Quilmes. Comencé a militar en el PRT y cuando nos juntábamos en los de mis viejos eran militancias clandestinas, mis viejos decían que fuéramos despacio y con tranquilidad”.

El 7 de octubre de 1974, su hermano menor fue asesinado y una semana después, el 13 de noviembre lo detuvieron junto “a una compañera que estaba a punto de parir, Delfina Morales. Ese día tuve una reunión con compañeros de militancia, volví a la casa donde estábamos parando (en la avenida San Martín de Bernal). Pasé por la casa, no entré y seguí hasta el final de la cuadra, pero volví a la casa y del techo cayeron tres o cuatro policías y me metieron”, recordó. Le taparon los ojos, lo esposaron y lo sacaron. “Me introducen en el vehículo, había dos o tres personas y salimos en el auto”, recordó, y sostuvo que la sensación es que “no salió del radio de Quilmes”.

Pasó la noche en un calabozo donde lo desvistieron y lo tendieron en un elástico de cama y empezaron “las sesiones de tortura”. Luego, lo trasladaron junto a Taboada y María Esther a otro centro clandestino. “Terminamos los tres en una sala de tortura. Mientras torturaban a María Esther, me colgaron de una barra con un gancho a unos 30 centímetros del piso y a Víctor lo colgaron en otro lugar, en forma de hamaca paraguaya, agarrado de los pies y las manos. Ahí empezó el calvario de Víctor porque lo torturaron con muchísima saña, fue tremendo”, relató. Finalmente, fue trasladado a Banfield, donde se encontró con su hermana embarazada.

El testimonio de Dalmiro Suárez fue seguido por el de su hermana, Nelfa, detenida por primera vez en 1973 y trasladada a una comisaría de Capital Federal. Sobre su detención especificó que “alrededor de las 19, nos golpean la puerta y consiguen abrirla. Empezaron los golpes, a patear todo y las preguntas. Víctor, mi compañero, les pidió a los represores que no les hicieran nada a las mujeres”. Las dos fueron trasladadas a la comisaría de Bernal en un Ford Falcón verde y fue golpeada salvajemente a pesar de su condición. Finalmente, la llevaron a Olmos y el 17 de mayo de 1975 fue trasladada de urgencia a un quirófano porque no se escuchaban “los latidos”. Finalmente Víctor Benjamín nació por cesárea. Nelfa también estuvo detenida en Villa Devoto, donde la amenazaron con fusilarla si no daba información sobre su hermano.

El tercer testimonio estuvo a cargo de Silvia Negro, la sobreviviente secuestrada en Lanús, entre el 14 y el 15 de noviembre de 1974. “Era un grupo de civil, se identificaron como la Triple A y reconocí a Ramón Camps. Fui trasladada a la comisaría primera de Lanús y luego al Pozo de Banfield hasta el 5 de diciembre”, testificó y agregó que “compartí cautiverio con los hermanos Suárez. Una vez que fue legalizada, fui trasladada al penal de Olmos y sacada para tener a mi hijo en 1975 y en 1976 nos trasladan a Devoto”, agregó. Un año después, fue liberada.

Por último, declaró Victoria Moyano Artigas, nieta restituida, e hija de María Asunción Artigas y Alfredo Moyano, una pareja de uruguayos que fue desaparecida. “Mis padres ya habían sido perseguidos y torturados en Uruguay. En Argentina la primera detención de mis padres es en San Justo, en 1975, y permanecieron tres días torturados permanentemente. A mi abuela (Enriqueta Santander de Moyano) le pegan cuando pregunta qué pasaba con mi padre”, precisó. Luego, fueron liberados y continuaron con la militancia hasta que en diciembre de 1977 vuelven a ser secuestrados.

“El 25 de agosto de 1978, la llevaron a mi madre a una enfermería y me tuvo ahí, en el Pozo de Banfield. Ella tenía miedo de que la tuvieran mucho tiempo sola por lo que usó un sistema de contar contracciones y cuando ya estaba próximo el nacimiento, le avisaron a los guardias que iba a nacer. Nací a las 12.30 del mediodía y a mi madre no le permitían darme el pecho pero me lo dio igual y le dijeron que me iban a llevar a Casa Cuna de La Plata”, afirmó y detalló que estuvieron ocho horas juntas y las separaron. “Me entregan a la familia Penna, cuya figura paterna era el torturador Oscar Penna, el jefe de la Brigada de San Justo, que había controlado el embarazo y el secuestro de mis padres”, precisó Victoria al tiempo que aclaró que su apropiador falleció un año después de ser entregada. Victoria Moyano Artigas recuperó su identidad en 1987. 

El juicio

El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata – integrado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basilico- juzga, desde el 27 de octubre de 2020, a 18 represores por las torturas, homicidios y ocultamiento de menores en perjuicio de casi 500 víctimas alojadas en los centros clandestinos de detención del Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes y el Pozo de Avellaneda.

Son juzgados el ex ministro de Gobierno bonaerense, Jaime Smart; el ex médico policial Jorge Antonio Berges; Federico Minicucci; Carlos Maria Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale. También son juzgados Guillermo Domínguez Matheu; Ricardo Fernández; Carlos Fontana; Emilio Herrero Anzorena; Carlos Hidalgo Garzón; Antonio Simón; Enrique Barré; Eduardo Samuel de Lío y Alberto Condiotti. Por los crímenes de lesa humanidad cometidos en “El Infierno” también están imputados Berges y Smart.

En tanto, Miguel Ángel Ferreyro y Miguel Etchecolaz estaban imputados por los delitos cometidos en la Brigada de Lanús (el primero) y por crímenes en el Pozo de Banfield, Quilmes y el Infierno de Avellaneda (el segundo). Pero Ferreyro falleció en octubre de 2021 y Etchecolatz lo hizo el 2 de julio de 2022.

El juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el martes 23 de agosto y es transmitido por La Retaguardia.