En una nueva audiencia eclararon tres sobrevivientes ante el Tribunal Federal Nº 1 de La Plata.
Lesa Humanidad
En el marco del juicio oral y público que investiga los delitos perpetrados en los ex Centros Clandestinos de Detención Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno de Avellaneda declararon Liliana Pozzo, Juan Carlos Stremi y Mario Coloma.
La primera en declarar fue Liliana Pozzo quien relató al tribunal las circunstancias en que fue secuestrada el 29 de julio de 1976: “Llegó un grupo fuertemente armado, estábamos mi sobrina, mi hermana, un amigo y mi cuñado. Entraron rompiendo todo, me llevaron me pegaron y me preguntaron por Patulo Rave, les dije que estaba muerto”. Luego explicó que los llevaron a todos en un auto a un lugar donde para pasar los hacían agachar y tenían que levantar los pies para no pisar a la cantidad de gente que allí se encontraba.
A continuación la testigo explicó que allí comenzaron las torturas y que luego la encerraron en una celda junto a su hermana: “Yo tenía 18 años y mi hermana 21”, afirmó. Luego Pozzo fue trasladada a lo que tiempo después supo que se trataba del Pozo de Quilmes permaneciendo allí por dos semanas para lugo ser trasladada a Lanús. Finalmete la testigo explicó al tribunal que fue puesta a dispocición del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) para ser finalmente trasladada a la cárcel de Devoto: “Finalmete fuí puesta en libertad porque mis padres habían tramitado la salida a Suecia” concluyó la testigo.
Luego fue el turno de Juan Carlos Stremi quien fue secuestrado el 27 de julio de 1976 en la ciudad de La Plata y trasladado al CCDTyE Pozo de Arana: “En Arana había torturas, violaciones a las mujeres y simulacros de fusilamiento todo el día” explicó el testigo. Después de pasar 10 o 12 días allí fue traladado al Pozo de Quilmes donde estuvo detenido hasta que finalmente lo llevaron a la Comisaría Tercera de Lanús.
Para terminar, el testigo relató que fue trasladado a la Unidad Carcelaria 9 de La Plata y llevado a un pabellón en el cual estaban detenidos compañeros de militancia: “Ahí estuvimos mal. Dos por tres te llevaban al buzón que era un calabozo, nos torturaban y el trato era muy malo. Luego me dieron la libertad”, concluyó Stremi.
Finalmete el tribunal tomó declaración a Mario Coloma: “Comienzo con el relato que cambia totalmente mi vida programada cuando estudiaba en la facultad de medicina”, explicó el testigo.
A continuación dio cuenta de cómo fue su secuestrado el 30 de julio de 1976 por un grupo de fuerzas conjuntas que irrumpió en su casa de La Plata. El testigo relató que los empezaron a golpear y a preguntarles dónde estaban las armas y los explosivos a lo que contestaban que no tenían nada de eso.
Coloma continuó su relato explicando al tribunal que luego fue vendado con sábanas y trasladado en auto a una casa de campo, el Pozo de Arana, en la que fue interrogado por medio de golpes. El testimonio de Coloma dio cuenta de manera pormenorizada de las características de quienes lo tuvieron en cautiverio y de otros detenidos que se encontraban en ese lugar. El testigo concluyó que luego fue trasladado al Pozo de Quilmes donde el trato que recibieron fue inhumano: “A las compañeras, por el hecho de ser mujer, las torturaban más todavía”.
Los hechos que se juzgan
El juicio por los pozos de Banfield y Quilmes unifica una serie de causas, la primera de ellas elevada a juicio hace ocho años. Se trata de dos de los centros clandestinos de detención más grandes que funcionaron en la Provincia de Buenos Aires durante la última dictadura cívico-militar.
En el caso de El Infierno se investigará la responsabilidad de cuatro policías de la Provincia de Buenos Aires y un civil por los delitos de privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos, hechos incluidos dentro de la categoría de crímenes de lesa humanidad, cometidos en el ex CCDyT “El Infierno” ubicado en Avellaneda.
El Tribunal Oral Federal N 1 de La Plata está conformado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basílico, mientras que por el Ministerio Público Fiscal intervienen Hernán Shapiro, Gonzalo Miranda y Juan Martín Nogueira.
A través de la Dirección de Querellas por Crímenes de Lesa Humanidad y Leyes Reparatorias de la Subsecretaría de Derechos Humanos, la Provincia es querellante en este debate en el que se investigará la responsabilidad de los imputados por los delitos de privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos, homicidio calificado, abuso sexual con acceso carnal y sustracción, retención y ocultamiento de menores. La Dirección de Grupos en Situción de Vulnerabilidad acompana a las víctimas y familiares en este juicio.