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BRIGADAS DE BANFIELD, QUILMES Y LANÚS: TESTIGOS AGRADECIERON A LOS SOBREVIVIENTES POR EL VALOR DE SUS TESTIMONIOS Y A QUIENES TRABAJAN POR MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA

En esta oportunidad declararon Mario Colona, Virgilio César Medina, Romina Benvenuto y Néstor Busso.

Lesa Humanidad.

En el marco del juicio oral y público que investiga los delitos perpetrados en los ex Centros Clandestinos de Detención Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno de Avellaneda, el Tribunal Oral Federal Nº1 de La Plata tomó declaración a cuatro testigos. 
En primer lugar, Mario Coloma, concluyó su testimonio que había comenzado en la audiencia anterior haciendo un minucioso relato sobre las circuntancias de su cautivero en distintas unidades penitenciarias hasta que en 1981 salió en libertad.
A continuación fue el turno de Virgilio Cesar Medina, quien fue secuestrado por personal de la policía bonaerense y la policía federal el 24 de marzo de 1976.

El testigo, sobreviviente de la última dictadura civico-militar,  relató detalladamente la serie de traslados a los que fue sometido por distintas comisarías de la zona,  luego de ser secuestrado en el domicilio de su padre en la localidad bonaerense de Azul. A continuación Medina explicó al tribunal que una noche fue trasladado al Pozo de Banfield  donde lo torturaron: ” Había una especie de camastro de metal, me acostaron ahí y me hicieron una sesión de picana en el  interrogatorio”. El testigo explicó que la tortura  era también psicológica porque todo el tiempo podía escuchar torturas de personas y  gente joven que  gritaba de dolor.


Luego el testigo dio cuenta de que fue puesto a dispocición del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) y trasladado a la cárcel de Azul donde también estaba su padre detenido, cosa de la que se enteró en ese momento. Finalmente, luego de ser trasladado a distintas unidades penitenciarias,  fue puesto en  libertad el 18 de julio de 1981: “Estuve 4 años y no se cuantos meses”, concluyó.


En tercer termino declaró Romina Benvenuto, hija de Roselina Vallejos sobreviviente de la última dictadura cívico-militar y de Jorge Omar Benvenuto, detenido desaparecido. La testigo dio cuenta de las circuntancias en las que secuestraron a sus madre y a su padre de 23 y 24 años respectivamente: ” A mi me llevaron a la comisaría de Punta Lara” explicó.


Luego de que la familia no tuviera ningún tipo de información acerca del paradero de su madre y su padre, la abuela materna de la testigo se enteró de que Roselina se encontraba en la comisaría de Valentín Alsina. La testigo explicó al tribunal que su madre fue puesta a disposición del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) y que luego de pasar por distintas unidades carcelarias fue liberada en 1980. 


Para finalizar, Romina Benvenuto expresó: “Quiero agradecerles desde lo más profundo de mi corazón a los sobrevivientes porque gracias a ellos pudimos ir reconstruyendo una parte de nuestra historia. Pido justicia por los que no están, por los que están y porque los los crímenes de lesa humanidad nunca mas estén”. 


Finalmente el Tribunal Oral Federal Nº1 de La Plata tomó declaración a Néstos Busso, quien  fue secuestrado  el 12 de agosto de 1976 ocasión en la que el testigo se encontraba en su trabajo en la ciudad de La Plata : “irrumpieron hombres uniformados del ejército argentino,  a mi me taparon con un guadapolvo gris la cabeza, me tiraron al suelo, me metieron en una camioneta en el piso”, explicó el testigo. Ya en la Comisaría Octava de La Plata recibió golpes en sendos interrogatorios que le hicieron y luego fue trasladado al Pozo de Quilmes donde recibió tratos inhumanos: “A las mujeres las trataban peor aún” explicó Busso. El testigo relató también que la noche que lo liberaron un señor le dio un sermón, que  reconoció su voz en un programa de televisión: “Por su forma de hablar, estoy seguro que era el comisario Etchecolatz”. 


Luego de ser puesto en libertad Néstor Busso se exilió a Brasil y terminó su testimonio expresando lo siguente: “Quiero agradecer a todas las personas que trabajan por Memoria, Verdad y Justicia”.
 

Los hechos que se juzgan
El juicio por los pozos de Banfield y Quilmes unifica una serie de causas, la primera de ellas  elevada a juicio hace ocho años. Se trata de dos de los centros clandestinos de detención más grandes que funcionaron en la Provincia de Buenos Aires durante la última dictadura cívico-militar. 


En el caso de El Infierno se investigará la responsabilidad de cuatro policías de la Provincia de Buenos Aires y un civil por los delitos de privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos, hechos incluidos dentro de la categoría de crímenes de lesa humanidad, cometidos en el ex CCDyT “El Infierno” ubicado en Avellaneda.
El Tribunal Oral Federal N 1 de La Plata está conformado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basílico, mientras que por el Ministerio Público Fiscal intervienen Hernán Shapiro, Gonzalo Miranda y Juan Martín Nogueira. 


A través de la Dirección de Querellas por Crímenes de Lesa Humanidad y Leyes Reparatorias de la Subsecretaría de Derechos Humanos, la Provincia es querellante en este debate en el que se investigará la responsabilidad de los imputados por los delitos de privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos, homicidio calificado, abuso sexual con acceso carnal y sustracción, retención y ocultamiento de menores.  La Dirección de Grupos en Situación de Vulnerabilidad acompaña a las víctimas y familiares en este juicio.