La Dirección de Grupos en Situación de vulnerabilidad presentó al tribunal una serie de sugerencias y recomendaciones sobre la modalidad de declaración en el juicio.
En la última audiencia debate oral y público del juicio por las brigadas de Banfield, Quilmes y Avellaneda, prestaron declaración testimonial las primeras víctimas del proceso: Laura Franchi Sorsi y sus hijas María Laura y Silvina Stirnemann. Todas lo hicieron desde la embajada de Argentina en París, ciudad donde residen desde su exilio. Las víctimas fueron acompañadas por la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires a través del equipo de la Dirección de Grupos en Situación de Vulnerabilidad.
A su vez, en dicha audiencia el tribunal dio respuesta a una nota presentada por esa dirección de la Subsecretaría del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y el Codesedh en la cual los equipos realizaron una serie de sugerencias y recomendaciones para evitar la revictimización de sobrevivientes y familiares.
Las recomendaciones buscan reforzar todos los aspectos que contribuyan a mantener la institucionalidad que requiere el proceso judicial y que en ocasiones la virtualidad puede llegar a diluir, ya que se considera que este es un factor esencial para que tanto las víctimas y los y las testigos puedan advertir y vivenciar el proceso reparador que implica situar los delitos de lesa humanidad cometidos en su contra en el ámbito de la Justicia, entendiendo que este proceso se extiende a familiares, sus vínculos de afecto y a la sociedad en su conjunto.
Ricardo Basilico, presidente del tribunal, mencionó la vocación del tribunal en regresar a la modalidad de audiencias presenciales en cuanto la situación sanitaria lo permita y resolvió poner dicha presentación a disposición de las partes.
En este sentido, la Dirección de querellas y Leyes Reparatorias de La Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia, solicitó al tribunal que evalue la posibilidad de realizar una mayor cantidad de audiencias por semana ya que hay mas de 500 testigos por declarar y con una sola audiencia semanal se demoraría entre 3 y 4 años en tomarles declaración.
Las audiencias retoman el 2 de febrero próximo.
Los hechos que se juzgan
El juicio por los pozos de Banfield y Quilmes unifica una serie de causas, la primera de ellas elevada a juicio hace ocho años. Se trata de dos de los centros clandestinos de detención más grandes que funcionaron en la Provincia de Buenos Aires durante la última dictadura cívico-militar.
En el caso de El Infierno se investigará la responsabilidad de cuatro policías de la Provincia de Buenos Aires y un civil por los delitos de privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos, hechos incluidos dentro de la categoría de crímenes de lesa humanidad, cometidos en el ex CCDyT “El Infierno” ubicado en Avellaneda.