La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo pidió justicia por 23 jóvenes embarazadas de las cuales 20 estuvieron secuestradas en el Pozo de Banfield, donde funcionó la mayor ‘maternidad clandestina’.
De los 10 nacimientos probados en este juicio por testimonios o porque fueron restituidos, 9 sucedieron en ese CCD. La querella pidió prisión perpetua para 10 imputados, entre éstos Jorge Antonio Bergés.
“La participación de imputados que llegaron a juicio y de otros procesados que no llegaron a juicio por fallecimiento, demostró que conocían el plan sistemático de niñas y niños”, sostuvo el martes Colleen Torre, una de las letradas querellantes en nombre de Abuelas, junto a Emanuel Lovelli.
“Estamos convencidos de que ellos saben y que tienen los datos que no aportan sobre dónde están estos hijas e hijos que faltan encontrar, en particular de esta causa”, afirmó antes de mencionarlos: el hijo de Gabriela Carriquiriborde, la hija de María Luisa Castellini, el hijo o hija de Gladys Pujol, de Diana Wlichky, de Silvia Mabel Isabella Valenzi, Rosita; el hijo o a la hija de Silvia Muñoz, el hijo o hija de María Delia Garín, de Cristina Marroco, de Beatriz Lenain, de Silvia Jesús Gomez , de Mirta Gerelli, y de Mónica Grinspon”, sostuvo ante el Tribunal Oral Federal Nº1 de La Plata.
La restitución a mediados del año pasado de Daniel Santucho Navajas, hijo de Cristina Navajas y de Julio Santucho puso de manifiesto que “estos niños han nacido”, enfatizó Torre en uno de los tramos de su minucioso alegato en la audiencia número 135 del juicio por los delitos de lesa humanidad perpetrados en las Brigadas de la Policía Bonaerense de Banfield, Quilmes y “El Infierno” de Lanús, con sede en Avellaneda, donde funcionaron centros clandestinos de secuestro, tortura y exterminio y en este caso en particular en lo referido a Banfield, donde los represores armaron una “maternidad clandestina”.
“De las 23 mujeres embarazadas por las cuales estamos pidiendo justicia, 20 estuvieron en el Pozo de Banfield. Una de ellas, Liliana Ross fue asesinada antes de dar a luz”, precisó. “De los 10 nacimientos probados en este juicio por testimonios o porque fueron restituidos, 9 sucedieron en el Pozo de Banfield”, agregó.
Fueron los sobrevivientes del genocidio quienes “contaron cómo las embarazadas fueron obligadas a dar a luz en las mesadas de las cocinas, tabicadas, atadas de manos y bajo los insultos de sus opresores. Luego eran obligadas a limpiar el lugar” en el que habían dado a luz, detalló la abogada en una audiencia semipresencial, seguida de forma virtual por los 12 imputados.
Pozo de Banfield, maternidad clandestina
En su exposición, Torre explicó que “para resolver qué hacer con las mujeres secuestradas embarazadas, los represores montaron maternidades clandestinas. Una de las mayores fue en el Pozo de Banfield” y aclaró que de forma excepcional, una de las muchachas cautivas, Silvia Isabella Valenzi, fue trasladada por el propio Bergés, médico de la Bonaerense que se ocupaba de estos casos, al Hospital de Quilmes. Rosita, su beba nacida de 7 meses según testimonios de médicos y enfermeras, “sigue hoy apropiada”, sostuvo Torre para quien esa situación dejó en evidencia que los represores pusieron “ese hospital público al servicio del terrorismo de Estado”.
Durante el cautiverio de estas jóvenes embarazadas “la atención médica era nula. Bergás sólo daba órdenes para que los otros detenidos controlaran el lapso de las contracciones, por ejemplo” y “luego de los nacimientos, Bergés se ocupaba de confeccionar la documentación aprócifra para que estos niños pudieran ser apropiados”, afirmó.
“En ese plan de aniquilamiento tenían que aniquilar a las mujeres alejadas de un mandato patriarcal para sumarse a la militancia y por este emotivo habían perdido el derecho a criar a sus hijos e hijas. Debían restaurar el orden en la sociedad. Debían ser “criados por familias de bien”, sostuvo Torre, un reflexión que se ha vuelto a escuchar en estos días al amparo de un gobierno nacional negacionista del terrorismo de Estado.
Como ejemplo de aquella aseveración citó los casos de Mary Artigas, quien dio a luz a Victoria en el Pozo de Banfield. “Alguien la visitaba con la intención de quedarse con su hija”.
Fue también el caso de María José Lavalle Lemos quien nació en ese centro clandestino. “Supo que su apropiadora estuvo durante su nacimiento en el Pozo de Banfield”.
Gabriela Carriquiriborde también dio a luz allí. “A alguien le dijeron que el bebé iba a ser de tez blanca. Su hijo es otro de los nietos que estamos buscando”, sostuvo Torre tras recordar que este “plan de apropiación de niñas y niños ya fue probado ante la justicia argentina” en otras causas.
Los casos
Hilda Magdalena García estaba casada con Jorge Nadal. Hilda estaba embarazada de 8 meses. Tras el secuestro de Jorge en 1975 en Isidro Casanova, Hilda se fue al interior con el nene más grande, Carlos. Pedro nació el 29 de mayo. A los meses volvió y estando en Guernica fue secuestrada el 5 de marzo de 1976 con Pedro. Estuvieron en cautiverio en el Pozo de Quilmes. Carlos pudo ser recuperado por su familia biológica y se reencontró con su padre en el exilio.
Pedro Luis fue apropiado y anotado como hijo biológico del policía bonaerense Luis Alberto Ferián en se desempeñaba en la Brigada de Quilmes. Pedro recuperó su identidad verdadera en 2004.
Cristina Navajas era docente y tenía 27 años. Era la compañera de Julio Santucho, el décimo hijo de esa familia oriunda de Santiago del Estero, hermano de Mario Roberto Santucho. Antes de su secuestro, Cristina había escrito en una carta a Julio que creía estar embarazada. Ya tenian a Miguel y a Camilo. A fines de 1976 Cristina estuvo secuestrada en el Pozo de Banfield, según sobrevivientes.
“El 27 de julio del año pasado confirmamos que por examen del Banco Nacional de Datos Genéticos quien había sido inscripto como Daniel González es en realidad Daniel Santucho Navajas. Fue anotado como hijo propio por Estanislaao González en Santiago del Estero como nacido el 24 de marzo de 1977 en Buenos Aires”, precisó Torre antes de indicar que el acta de bautismo fue enmenda”. González prestó servicios en la Policía Bonaerense.
Cristina Navajas continúa desaparecida.
Daniel Santucho Navajas se convirtió en el nieto 133 recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo. Hasta el momento, la Asociación logró restituir la identidad a 137 nietas y nietos. Todavía siguen buscando a casi 400 niñas y niños nacidos hace más de 46 años.
Mónica Lemos y Gustavo Lavalle tenían una nena. María, pero Mónica estaba embarazada de 8 meses. María fue devuelta a su familia biológica. Según Liliana Zambano, sobreviviente, María José nació en Banfield entre septiembre y octubre de 1977. María José, que prestó testimonio en este juicio, tenía 10 años (en 1987) cuando supo que era hija de Mónica y Gustavo.
Su apropiadora, Teresa González, contó a la revista Life que estuvo presente en el parto de María José en el Pozo de Banfield.
Mónica y Gustavo siguen desaparecidos.
Liliana Isabel Acuña fue secuestrada el 26 de agosto de 1976 en San Justo. Estaba embarazada de 5 meses. Valeria, nacida en cautiverio en el Pozo de Banfield, declaró y contó que fue apropiada por un policía bonaerense, Rubén Alejandro Fernández y su esposa. El prestaba servicio en ese CCD. La beba fue anotada como nacida el 31 de diciembre de 1976. Recién en 2014 recuperó su identidad. Liliana y Oscar Gutiérrez, su padre, permanecen desaparecidos.
María Eliana Costa Velasco, era chilena y estaba casada con Esteban Badell con quien tenía dos hijos, Esteban y Paula. Fue secuestrada junto a su esposo y a su cuñado, Julio. Ambos trababajan en la Jefatura de Policía. Eliana fue llevada a Arana y luego al Pozo de Quilmes. Los niños fueron apropiados por el marido de su hermana Lía, un policía de nombre Tadeo Rojas, quienes redujeron a los niños a la servidumbre. Eliana estuvo secuestrada en el Pozo de Quilmes. Su acta de defunción firmada por Bergés indica que falleció por “ahorcamiento”.
Esteban y Julio fueron asesinados. Recién en 1985 la familia de Eliana pudo recuperar a sus nietos. Eliana continúa desaparecida.
Gabriela Carriquiriborde tenía 20 años y trabajaba en la Junta Electoral. Tuvo un hijo en cautiverio. Fue secuestrada con su compañero, Jorge Repetur, médico, el 30 de septiembre de 1976 en La Plata. Ella estaba embarazada de 6 meses. Según había escrito en una carta, la fecha probable de parto sería el 19 de enero de 1977.
Según su hermano Martín, supieron que pasaron por Arana y ella luego por Banfield y que el bebé nació a fines de 1976. El sobreviviente Pablo Díaz dijo que estuvo con ella hasta que se anunció su trabajo de parto.
“La bajan en una chapa a la cocina (…) a la hora se escucharon llantos del bebé. Un guardia le dijo que había tenido un varón”. Gabriela permanece desaparecida. “Seguimos buscando a su hijo”, sostuvo Colleen Torre.
Graciela Gladys Pujol, tenía 23 años y estudiaba Medicina en la Universidad Nacional de Córdoba. Fue secuestrada el 12 de octubre de 1976 en Buenos Aires, junto a José Horacio Olmedo. Estaba embarazada de 4 meses. Supieron del embarazo y fecha probable de de parto por cartas. Debía nacer en febrero o marzo de 1977. Estuvo en Banfield.
Graciela y su hijo o hija continúan desaparecidos.
Stella Maris Montesano tenía 27 años y era abogada. Estaba embarazada de 8 meses. Fue secuestrada el 16 de octubre de 1976 en La Plata. Jorge Ogando, hijo de Delia Giovanola, una de las 12 fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, también fue secuestrado. Delia buscó incansablemente a su hijo, a su nuera y a su nieto.
Alicia Carminatti, sobreviviente, dijo que los vio en el pasillo del Pozo de Banfield y aseguró que Martín nació el 5 de diciembre de 1976, que Graciela Pujol la asistió en el parto. Según testimonios, Stella pudo estar dos horas con su bebé. Los represores le prometieron a Stella Maris que iban a entregar al bebé a su familia pero el bebé fue apropiado. Vivió en el exterior hasta que en 2015 se acercó a Abuelas y se reencontró con su abuela Delia. Virginia, la hermana mayor de Martín, criada por su abuela, puso fin a su vida en 2011 después de haber buscado incesantemente a su hermano.
El 28 de diciembre de 1976 fue el ultimo dia que Stella fue vista en el Pozo de Banfield. Fue trasladada a Quilmes.
Stella Maris y Jorge continuan desaparecidos.
María Eloisa Castellini y Victoria Petrakos Castellini. María Eloisa militaba en el PRT y tenía 20 años. Fue secuestrada el 11 de noviembre del 76 cuando salía del jardín de infantes donde trabajaba como profesora de música. Estaba embarazada de 4 meses. Tenía una nena de 4 años. Victoria nació el 10 de abril de 1977 en el Pozo de Banfield, según el testimonio de Adriana Calvo. Clara Petrakos sigue buscando a su hermana.
María Eloisa y su hija Victoria siguen desaparecidas.
Diana Beatriz Wlichky estaba embarazada de 4 meses. Tenía 22 años y estudiaba Psicología, era preceptora. Su esposo Alfredo Martinez trabajaba en la jefatura de Policía y tenía 24 años. Ella fue secuestrada el 24 de diciembre de 1976 en un café de Constitución junto a su hermana y un amigo. Fue vista en “El Infierno” de Lanús y en la Comisaría 5ta de La Plata.
Tras la explosión de una bomba en Jefatura de la cual responsabilizaban a Alfredo, la DIPBA abre un legajo sobre Diana. Adriana Calvo afirmo que el 12 de febrero Diana estaba secuestrada en la 5ta y no abatida como había publicado el diario La Nación. De ahí se llevan a Diana. Su hijo o hija debió haber nacido entre mayo y junio de 1977. Diana y su hijo o hija permanecen desaparecidos.
Silvia Mabel Isabella Valenzi, era tejedora, tenía 22 años. Fue secuestrada el 22 de diciembre de 1976 en La Plata. Habían secuestrado a su suegra, su cuñada y asesinado a su compañero Carlos López Mateos. Silvia estaba embarazada de 4 meses. Fue vista en Quilmes. El 2 de abril de 1977 Bergés la acompaña al hospital de Quilmes, según relató su hermana Rosaria. Ese mes su madren recibió una carta anónima diciéndole que Silvia había tenido una nena. La madre fue al hospital donde pudo ver el libro de partos y el libro de neonatología. La nena fue llamada Rosa. Silvia fue vista en Banfield tras el nacimiento.
Silvia y Rosita permanecen desaparecidas.
Liliana Ross de Rosetti era de Chacabuco como Alberto Rosetti. Estudiaba en la UNLP y militaba en la JUP y luego en Montoneros. Fue secuestrada el 10 de diciembre de 1976 estando embarazada de 4 meses. Estuvo en Banfield entre fines de enero y principios de febrero según el sobreviviente Pedro Marini que también era de Chacabuco. Los restos de Liliana fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Fue inhumada el 2 de enero de 1977 y exhumada por segunda vez en 2006 en el Cementerio Municipal de San Martín. Su embarazo no llegó a término. Había sido asesinada el 1 de febrero de 1977 en un enfrentamiento fraguado en Ciudadela.
Silvia Muñoz tenía 21 años y estudiaba en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Militaba en la JUP. Estaba en pareja con Gastón Larrieu. Fabián el hermano de Silvia dijo que la perspecusion empezó en mayo del 75. Silvia se fue a La Plata. Carmen Leda Barreiro su mamá, se fue a Bariloche. Silvia los visitó a fines del 75.
La familia se traslada a Entre Ríos. Se vieron el 22 de diciembre por última vez. Silvia fue secuestrada en el interín. La sorpresa que quería darles para esas navidades era que estaba embarazada. Gastón fue secuestrado. Por testimonios Silvia estuvo en Arana, en la Comisaria 5ta y luego a Banfield, donde permaneció hasta el 25 de abril. Sus padres estuvieron secuestrados 90 días en el CCD marplatense conocido como “La Cueva”. Leda, histórica Abuela de Mar del Plata falleció el 14 de diciembre del 2023.
Silvia, Gastón y su hija o hijo, siguen desaparecidos.
María Delia Garín y su esposo fueron secuestrados el 13 de enero de 1977 en Quilmes. Ella estaba embarazada de dos meses. Su secuestro fue probado en sentencia Causa Camps. Adriana Calvo compartió cautiverio con ella en Quilmes, Banfield y Comisaría 5ta. El 25 de abril Silvia y María Delia forman parte de un traslado masivo desde Banfield. Sus restos fueron identificados por el EAAF. Había sido enterrada como NN en el Cementerio de Avellaneda en el sector 134. Tenía cirugia de corazón. Sus restos presentaban varios balazos en la cabeza.
“Aún seguimos buscando a su hijo o hija nacido en cautiverio”.
Cristina Marroco era profesora de filosofía, fue secuestrada el 18 de abril de 1977 en La Plata junto a Félix Eduardo Picardi, su compañero. Cristina estaba embarazada de dos meses. Según testimonios Cristina fue llevada a La Cacha y luego a Banfield donde tuvo fuertes hemorragias por las torturas. Hasta el 1º de mayo estuvieron alli. Cristina y su bebé que debio nacer durante su cautiverio continuan desaparecidos.
Beatriz Alicia Lenain, era maestra. Casada con Carlos Garat (alias Largo). Tenían a Laura. Trabajaron en el ministerio de Transporte. Fueron secuestrados en Lanús oeste el 5 de febrero de 1977. Fueron llevados a Quilmes. Según sobrevivientes ella estaba embarazada de 4 o 5 meses. Laura declaró en el juicio. También María Elena, una amiga desde la secundaria. El 21 de septiembre de 1976 fue la ultima vez que la vio.
Beatriz, Carlos y el bebé continuan desaparecidos.
Mirta Teresa Gerelli, estudiaba en Bellas Artes, militaba en CTERA y en el Peronismo. Tenía dos hijas, María Celeste de 4 años y Celina de 2 años y medio. Estaba en pareja con Carlos Rodríguez. Fue secuestrada el 2 de febrero del 77 en la calle. Estaba embarazada. Mirta, y el bebé que debió nacer en cautiverio están desaparecidos.
Graciela Médici estaba en pareja con Roberto Agued. Vivía con sus hijos Carlos e Hilda. Fueron secuestrados el 1 de agosto de 1977. Estaba embarazada. Fueron llevados juntos al pozo de Banfield. Ahí asesinan a Daniel Mariani el hijo de María Isabel Chorobik de Mariani, conocida como Chicha, fundadora de Abuelas.
Graciela y su hijo o hija continúan desaparecidos.
María de las Mercedes Funes estudiaba para asistente social y militaba en la JUP. Gabriel Estévez su esposo, estudiaba Agronomía en la UBA. Fueron secuestrados el 22 de agosto de 1977 en Haedo. Ella estaba embarazada de dos o tres meses. Estuvo en el Pozo de Banfield. El 8 de septiembre de 1977 se los llevaron en un traslado masivo.
María de las Mercedes, Gabriel y su hijo o hija continuan desaparecidos.
Eva de Jesús Gomez de Agüero y Américo Ginés Agüero. El trabajaba en SIAT. Ella estaba embarazada de dos o tres meses. En el juicio declaró Sara, la hermana de Américo. Supieron que los habían llevado a Quilmes y a Banfield. Un sobreviviente de apellido Romero confirmó que Eva estaba embarazada y Sara También. El 5 de octubre Romero fue liberado y Eva y Américo seguían allí.
Eva y el niño o niña continuan desaparecidos.
Mónica Sofia Grinspon, Claudio Logares y su pequeña hija Paula Logares de 23 meses de edad fueron secuestrados el 18 de mayo de 1978 en Montevideo. Mónica estaba embarazada. Fueron trasladados en avioneta a la Argentina. Llevados a la Brigada de San Justo y luego al Pozo de Banfield. Según el testimonio de Elsa Pavón, la madre de Mónica, y fundadora de Madres y Abuelas, hubo tres testigos del secuestro. Encapucharon inclusive a la nena. Elsa fue a ver a monseñor Graseli y le dijo que vería qué podía hacer por la nena. En un juzgado de menores conoció a Chicha Mariani. Mientras tanto a Paula, apropiada por el policía de la Bonaerense Rubén Luis Lavallen y su esposa Raquel Leiro, la anotaron con dos años menos de edad. Lavallen prestó servicios en la Brigada de Lanús.
El acta falsa de nacimiento fue firmada por el médico de la bonaerense Héctor Vidal. La denuncia judicial presentada por Paula fue la primera en democracia en 1983. El 13 de diciembre de 1984 Elsa recupera a su nieta.
Mónica y Claudio fueron sacados del Pozo de Banfield en un traslado grande a fines de julio de 1978. Les dijeron que los iban a llevar al sur.
Ellos dos y su hijo o hija permanecen desaparecidos.
A continuación, la letrada querellante en nombre de Abuelas de Plaza de Mayo mencionó el caso de los 26 uruguayos secuestrados entre la última semana de diciembre de 1977 y la primera semana de enero en Buenos Aires, que militaban en los GAU (Grupos de Acción Unificadora). Se trató de: Ileana García, Edmundo Dossetti, y Alfredo Bosco – En el juicio declaró María Soledad, hija de Ileana y de Edmundo que entonces era un bebé.
Roberto Corchs y Elena Lerena
Julio D’Elia y Yolanda Casco, ella estaba embarazada de 8 meses. Su hijo Carlos nació en el Pozo de Banfield donde fue atendida por Bergés. El bebé fue inscripto como hijo propio por el oficial del servicio de inteligencia naval Carlos De Luccia. La falsa constatación de nacimiento lleva la firma de Bergés que lo anota con fecha 26 de enero de 1978. Bergés lo entregó en el sur del Conurbano. Carlos conoció su verdadera identidad en 1995.
Raúl Borelli Catáneo
Guillermo Sobrino
Gustavo Goycoechea y Graciela Noemí Basualdo
María Antonia Castro Huerga (médica) y Mario Martinez murió en Quilmes en un ataque de asma
Aída Sanz y su madre Elsa Fernández. Aída estaba embarazada a término y su hija María de las Mercedes nació en Banfield el 27 de diciembre de 1977 y entregada el 13 de enero de 1978 con un acta de nacimiento falsa firmada por Bergés. El 15 de mayo de 1978 fue la última vez que se supo de Aída.
Ella y su esposo, Eduardo Gallo, siguen desaparecidos.
Raúl Arce y Raúl Gámbaro permanecen desaparecidos.
María Asunción Artigas y Alfredo Moyano permanecen desaparecidos. Su hija María Victoria nació en el Pozo de Banfield. En 1979 la regresaron a la celda con una sábana ensangrentada. A la nena se la llevó un hombre de delantal blanco que dijo ser de Casa Cuna.
La nena fue apropiada por el hermano del jefe de la Brigada de San Justo, Miguel Angel Pena. El acta de nacimiento falsa fue firmada por el médico policial Héctor Vidal.
En 1987 Abuelas radican denuncia en Morón. Se realizan estudios y la niña era Victoria Moyano Artigas. Fue restituida en diciembre de 1987. El juez Ramos Padilla logró la restitución de su verdadera identidad.
Carolina Barrientos y Juvelino Andrés Carneiro, su esposo.
Célica Gómez, era trabajadora en Télam y militaba en el Partido Comunista. Fue vista en el Pozo de Banfield, permanece desaparecida.
Respecto de la autoría y la participación, esta querella consideró que los imputados tienen que ser condenados como coautores. En cuanto a la calificación, se remiten a lo expresado por el Ministerio Público Fiscal: se trata de delitos de lesa humanidad, imprescriptibles, agravantes, tormentos, homicidio y desaparición forzada. Solicitam mención particular sobre las apropiaciones, retención y sustracción de menor de 10 años. “Consideramos que son delitos permanentes, es decir que continúan”, sostuvo Torre.
Reclamó una mención especial al Tribunal respecto de las “violencias específicas” a las que fueron sometidas las mujeres embarazadas y las mujeres trans y subrayó el caso de Mary Artigas, sometida a violencia sexual cuando sufría desmayos. Aída Sanz empezó su trabajo de parto con las sesiones de tortura, dio a luz atada a una camilla y luego tuvo que limpiar el espacio. Stella Maris Montesano estaba desgarrada, puntualizó.
Abuelas solicitó la pena de prisión perpetua e inhabilitación absoluta para los imputados: Jaime Lamont Smart, Horacio Castillo, Jorge Antonio Bergés, Juan Miguel Wolk, Federico Minicucci, Roberto Armando Balmaceda, Jorge Héctor Di Pasquale, Guillermo Domínguez Matheu, Carlos María Romero Pavón y Carlos Gustavo Fontana.
Antes de concluir, Torre leyó unas palabras de Pedro Nadal García dedicadas al imputado Bergés. “No espero que nos diga dónde está mi madre (…) y hoy le digo que si es creyente como lo era su amigo Ferián que leía la Biblia, pueda usted reencontrarse con sus amigos genocidas y que ‘las tan de moda fuerzas del cielo’ que invocan algunos políticos que bastardean la memoria de nuestros desaparecidos, lo envíen hasta las puertas de su propio infierno”.
“La justicia es el límite de los discursios negacionistas”, sostuvo la letrada antes de afirmar que “son 30 mil los detenidos desaparecidos. Vamos a seguir buscando a cada una de los nietas y nietos que nos faltan”.
Otras dos querellas
Los abogados Delfina Patiño y Alberto Palacio alegaron el martes en nombre del Comité para la Defensa de la Ética, la Salud y los Derechos Humanos (CODESEDH) por el tramo que involucra al imputado Alberto Julio Candioti que se desempeñó en el Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata por hechos ocurridos en la Brigada de San Justo. Solicitaron al Tribunal que sea condenado a prisión perpetua.
Pidieron que se revise su arresto domiciliario y que “cumpla la pena en una cárcel común y efectiva”.
Pidió además la desafectación de esa dependencia policial donde funcionó el CCD en la calle Salta 450 en el partido de La Matanza. “Es una deuda que se tiene con el pueblo”, sostuvo Palacio.
Por el Municipio de Avellaneda hicieron lo propio los letrados Claudio Yacoy y Myriam Espinoza, en relación con la Brigada de Investigaciones de la Policía Bonaerense de Lanús, con asiento en Avellaneda conocida como “El Infierno”.
Entre las víctimas de ese CCD mencionaron a quienes están desaparecidos como
Jorge Congett “El abuelo”, José Rizzo, Carlos Hödl, Oscar Isidro Borzi, Jorge Mendoza Calderón alias “Piura”. Mencionaron el caso de Mercedes Alvariño Blanco y de los hermanos Iaccarino que fueron despojados de sus bienes (tierras, ganado, aviones, maquinaria, muebles, oficinas y documentación) en El Infierno. “El que juntaba la plata era Horacio Luis Castillo, uno de los imputados”, sostuvo Yacoy.
Pidieron prisión perpetua por los mismos delitos de la Fiscalía para Federico Minicucci, Guillermo Alberto Domínguez Matheu, Carlos Gustavo Fontana, Carlos María Romero Pavón, Jorge Héctor Di Pasquale, Roberto Armando Balmaceda, Alberto Julio Candioti, Jaime Lamont Smart, Juan Miguel Wolk, Horacio Luis Castillo
Yacoy lamentó que a los imputados se los haya calificado alguna vez como “pobres viejitos” y se lamentó también por las víctimas que se fueron sin ver justicia.
“Este plan genocida no admite que los imputados puedan seguir estando en libertad. Para ello nosotros vamos a solicitar la revocatoria del beneficio inexplicable de la prisión domiciliaria que es casi una libertad encubierta”, sostuvo esta querella que hizo hincapié en el caso de Horacio Luis Castillo.
Desde el inicio del debate oral y público, el 27 de octubre de 2020, fallecieron impunes seis imputados. Más 500 testigos prestaron declaración ante el Tribunal integrado por los jueces Ricardo Basílico, que ejerce la presidencia, junto a Esteban Rodríguez Eggers, Walter Venditti y Fernando Canero.
Nota realizada por Gabriela Calotti de Diario Contexto y publicada por la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires por convenio con el portal de noticias.